Pronunciamiento
Mujeres en defensa y resistencia por nuestros derechos
Nosotras, mujeres de distintos pueblos y organizaciones de Chiapas, reunidas en el Encuentro de Mujeres en Resistencia y Esperanza para Defender Nuestra Madre Tierra y el Territorio estuvimos compartiendo nuestras palabras para intercambiar experiencias sobre el respeto a la madre tierra, la situación que vivimos en nuestras familias y cómo vemos la justicia en nuestros pueblos.
Durante los días 6 y 7 de noviembre, que estuvimos en el Cideci – Unitierra, compartimos la palabra que salió del corazón y pensamiento para confirmar que algunos de los problemas que estamos enfrentando como mujeres son:
En la defensa de la Madre Tierra y el Territorio, entendemos que la Tierra es la madre primera, como mujeres tenemos claro que es ella la que nos da la vida, la que nos permite los alimentos, un lugar para vivir con nuestras familias, un espacio de crecimiento para nuestras hijas e hijos, una herencia de nuestras abuelas y abuelos que han resistido siempre por defender el territorio de nuestros pueblos porque ahí están las tradiciones, las costumbres y todos los elementos de la historia que explican nuestro camino como pueblos.
En la resistencia por defender la Tierra y Territorio vemos como quieren ponernos una piedra encima de nuestros derechos, así el gobierno y las grandes empresas buscan despojarnos la herencia que nos dejaron de cuidar y defender nuestros recursos naturales.
Vemos como el proyecto de las Ciudades Rurales, está sellando con ladrillos nuestro territorio perdiendo la libertad de recorrer las veredas, cuidar donde nace el agua, convivir con la naturaleza; este proyecto sólo nos obliga a dejar en manos del gobierno y de las empresas los recursos naturales de las tierras que nos quitan para que ellos lo aprovechen, violando así nuestros derechos a vivir como lo han hecho nuestras abuelas y abuelos. Otros proyectos que ponen en riesgo nuestras comunidades son las represas que se pretenden construir en nuestros territorios y sacarnos de nuestras tierras.
Para nosotras es muy importante defender los recursos de nuestra madre tierra, por eso cuidamos nuestros árboles a costa de ser golpeadas por grupos que se dedican a saquear madera; nuestras plantas que son la medicina para nuestras hijas e hijos ya que en los hospitales de nuestras comunidades no hay doctores; las flores que son la alegría de los colores que bordamos en nuestros vestidos, aunque quieran ponernos otros cultivos para crear combustibles; mantener los cultivos orgánicos que son nuestro alimento diario ya que las empresas de abonos químicos quieren adueñarse y que dependamos de eso.
Pero también hay otros recursos, como los minerales, que están debajo de nuestra madre tierra, por eso rechazamos a las grandes empresas mineras que explotan nuestras tierras, que perjudican la salud de nuestras hijas e hijos, por contaminar nuestros ríos y comunidades, porque destruyen los caminos, traen división entre las comunidades por causa del dinero que ofrecen, y porque traen muerte para las personas que enfrentan a estas empresas extranjeras.
También nuestro Territorio se ve afectado por la presencia de la policía y los militares, ellos llegan según para ayudar o cuidar pero lo que vemos es que sólo llegan para controlarnos en nuestra vida diaria, en los retenes buscan información, nos faltan el respeto, en los lugares que ellos ponen sus campamentos se da la prostitución, el alcoholismo, drogadicción y problemas con la comunidad.
También vimos que hay cosas de la cultura que se tienen que recuperar de nuestros ancestros ya que las costumbres de algunas comunidades no todas son buenas porque son los hombres los que siguen teniendo el control y poder sobre las tierras, siendo que nosotras también las trabajamos; incluso en algunas comunidades, en donde la mayoría de las autoridades son hombres, buscan imponer acuerdos que no toman en cuenta la palabra de todas y todos, quieren controlar hasta las personas con quienes nos vamos a casar, no reconocen aún nuestros derechos como mujeres.
Sobre las situaciones que enfrentamos en la familia, vemos que los problemas de la violencia contra nosotras aún siguen presentes, parte de esa violencia viene por causa del alcoholismo en nuestras comunidades y para que estos vicios existan vemos que los programas de gobierno que cobran los hombres son utilizados por el gobierno para generar control, dependencia y violencia en nuestras comunidades.
Otro de los problemas que enfrentamos en nuestros pueblos, y que lo vemos desde nuestras familias, es el tema de la basura ya que las autoridades locales no están preocupados por cuidar la salud de las familias y se siguen contaminando nuestras tierras, lugares que son paso en nuestro camino, tierras cercanas a los cultivos, espacios donde las niñas y niños podrían jugar.
Una causa de división en nuestras familias también es la diferencia de las religiones ya que hay algunas que ya no buscan el bien de la comunidad, no participan en los trabajos cooperativos, vemos que este problema termina desintegrando comunidades que antes caminaban juntas.
La pobreza del campo y la falta de trabajo es otra de las causas que están desintegrando familias, sobre todo porque mujeres, hombres y hasta familias completas han tenido que irse de migrantes a otros estados y países arriesgando su vida.
Cuando la enfermedad llega a nuestras comunidades seguimos usando las plantas medicinales, este es un conocimiento que nos dejaron como herencia nuestras abuelas y abuelos y que debemos conservar, no debemos permitir que las grandes empresas nos vendan la enfermedad y la cura ya que así ellos están haciendo su dinero causando pobreza en nuestras familias. Otra tarea para cuidar la salud tiene que ver con cuidar y mantener la alimentación que tienen nuestros ancestros ya que hoy existen muchos productos de las empresas que sólo traen enfermedades, es un trabajo que podemos ir haciendo también con las hijas e hijos para hacerles ver que es lo verdaderamente nutritivo.
La violencia en la familia sigue siendo un problema que las mujeres estamos enfrentando con el riesgo de nuestra propia vida, son costumbres e ideas que tenemos que ir cambiando desde nuestras propias hijas e hijos, ya que la violencia no puede continuar como una manera de controlarnos, como un poder que los hombres utilizan por su fuerza, si podemos evitar esto poco a poco podemos ir cambiando la misma violencia que los gobiernos desatan contra nuestras comunidades.
En general las mujeres coincidimos que enfrentamos problemas diarios que los vemos desde la familia como la falta de apoyo a la educación por la falta de escuelas y maestros; de salud por no haber clínicas, hospitales y doctores que nos traten con dignidad; obras de agua y de luz ya que esos servicios no llegan y cuando los llegamos a tener los precios son muy caros por lo que nos vemos obligadas a entrar en la resistencia civil; el respeto a nuestros recursos, nuestra naturaleza y tener los servicios que salen de nuestras propias tierras es lo que nos permitiría tener vida y viviendas dignas y no los engaños de los programas de gobierno que sólo causan dependencia y no avances cooperativos.
Sobre la justicia, las mujeres reunidas reflexionamos que la justicia oficial está comprada; muchas veces acudimos ante las autoridades de los distintos niveles y lo primero que recibimos es discriminación y maltrato, primero por ser mujeres, luego por ser pobres y en todos los casos por no esconder nuestro origen indígena.
Vemos que las autoridades sólo trabajan si se les ofrece dinero, este problema de corrupción afecta a muchas familias y comunidades enteras ya que la verdad y la justicia no llega a cumplirse; incluso las autoridades protegen y dejan libres a los paramilitares; nuestra memoria como madres, hijas y mujeres ha sido ofendida por el abuso de las autoridades encargados de la justicia.
Pensamos que es importante no perder las enseñanzas justas de las abuelas y abuelos, la justicia que busca reconciliar, reparar daños y no castigar y dividir a nuestras comunidades.
Ante todo ello, las mujeres, niñas, niños y hombres reunidos manifestamos que:
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Seguiremos defiendo nuestros derechos como mujeres, protegiendo la madre tierra, los recursos naturales, nuestra vida comunitaria, nuestra vida como pueblos, cuidando a nuestra familia y buscando la justicia con verdad y dignidad.
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Las flores que aquí compartimos son el significado de la unión de mujeres, comunidades y organizaciones con la esperanza de seguir unidas y tomar mas fuerza para seguir adelante.
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Seguiremos levantando las piedras con nuestra fuerza y nuestra unión, para defender nuestros derechos.
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Nos tomamos todas/os de las manos para estar unidos y articulados.
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Nuestras madres y padres nos dejaron una herencia milenaria que debemos cuidar.
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Reafirmamos nuestro compromiso de trabajar con las mujeres, niñas, niños, jóvenes y hombres de nuestras comunidades para orientarlos en los valores verdaderos que como pueblos nos dan la buena vida.
Atentamente,
Encuentro de Mujeres en Resistencia y Esperanza
para Defender Nuestra Madre Tierra y el Territorio