Chiapa de Corzo y los olmecas
Bruce R. Bachand, Lynneth S. Lowe
Arqueología Mexicana
Las recientes excavaciones en el antiguo asentamiento zoque de Chiapa de Corzo (Chiapas), han revelado evidencias fundamentales para aclarar sus orígenes y la presencia local de un liderazgo temprano, así como sus conexiones con la región olmeca del Golfo, específicamente con el sitio de La Venta.
La sociedad olmeca de la costa del Golfo representó la primera gran civilización de Mesoamérica. Sus dos asentamientos principales, San Lorenzo, Veracruz, y La Venta, Tabasco, destacaron entre sus vecinos durante sus respectivas épocas de auge y, muy posiblemente, constituyeron las capitales de estados regionales tempranos.
Aunque tales afirmaciones pueden parecer razonables en un ámbito no especializado, los científicos mantienen un fuerte desacuerdo en cuanto al significado del término “olmeca”.
Para algunos de ellos este concepto se refiere a una cultura, para otros representa un estilo artístico y otros más lo consideran una forma de gobierno.
Los académicos discrepan también respecto al alcance de la influencia olmeca sobre otras culturas mesoamericanas. Así, mientras que unos sostienen que los olmecas metropolitanos representaron una cultura madre de la cual se derivaron tradiciones posteriores, otros afirman que cada región creó su propia cultura en forma bastante independiente. Al tiempo que estos debates continúan, nuevas evidencias están surgiendo a la luz y permitirán evaluar, aumentar y refinar nuestros conocimientos acerca de este complejo proceso histórico.
En ese sentido, los últimos hallazgos efectuados en Chiapa de Corzo representan una de las visiones más informativas hacia el interior del fenómeno olmeca en los años recientes.
La región
A lo largo de gran parte de su historia prehispánica, el actual estado de Chiapas estuvo ocupado por grupos caracterizados étnica y lingüísticamente como mixe-zoqueanos, una familia de lenguas que muchos especialistas asocian con los olmecas de la costa del Golfo. Tal era la situación prevaleciente en la región un milenio antes de la conquista española, cuando todo el oriente de la región fue ocupado por hablantes de maya, el corazón de la Depresión Central cayó en manos de grupos otomangues, conocidos como chiapanecas, y la costa del Pacífico se reconfiguró territorialmente bajo la influencia de los comerciantes nahuas procedentes del Altiplano Central de México.
Los grupos zoques, descendientes directos de la familia mixe-zoque, continuaban ocupando todo el extremo noroccidental de Chiapas al momento de la llegada de los primeros conquistadores hispanos, y aún hoy en día habitan la región.
Los zoques destacaron entre sus vecinos por una notable habilidad para preservar su cultura y lenguaje a través de una extensa área de paisajes contrastantes.
Cuatro de estas zonas resultaron de particular importancia durante el periodo Preclásico o Formativo: las húmedas planicies costeras del Golfo, las tierras altas volcánicas del occidente de Chiapas y parte de Oaxaca, la semiárida cuenca central del río Grijalva y el litoral del Pacífico bordeado por manglares.
Los antiguos asentamientos zoques se ubicaron con frecuencia cerca de los ríos más importantes que comunicaban entre sí las áreas mencionadas, promoviendo de esa manera el contacto y el comercio. Tal situación permitió que un conjunto diverso de productos, costumbres, ideas y gente se trasladara de una región a otra.