Despliegan operativo por los 70 años del «Jefe» Diego
Diario de Querétaro
Francisco Javier Maldonado
Un imponente y espectacular operativo de seguridad se monto desde la comunidad de Bravo, Querétaro, hasta el rancho San Francisco Javier de La Barranca, ya en el estado de Guanajuato, abarcando un perímetro de 2 kilómetros, con motivo del festejo número 70 de Diego Fernández de Cevallos.
Fue alrededor de este rancho de 400 hectáreas, donde se montó un impresionante operativo policíaco , ya que acudieron a la fiesta del Jefe Diego.
Personalidades de la política local y nacional, así como empresarios y amigos más cercanos a este personaje de la policía mexicana; entre ellos los mandatarios federal y estatal, ya que se vio a lo lejos, el helicóptero del presidente Felipe Calderón y el de José Eduardo Calzada Rovirosa, quien a lo lejos saludó a los reporteros luego de subir al helicóptero queretano.
Lista en mano, varios escort a la entrada de este rancho, verificaban si estaban anotados para permitirles el paso; no hubo uno solo al que no le permitieran el acceso; mientras tanto, los militares y policías federales permanecían en sus puestos en máxima alerta. En los alrededores alguna patrullas estatales, circulaban haciendo rondines de vigilancia.
Los primeros policías federales que participaron en este operativo, estaban 2 kilómetros antes; luego continuaban otros más en equidistancias perfectamente diseñadas para cubrir un perímetro de 2 kilómetros, aproximadamente.
Los lugareños, comentaron que desde toda que empezó la semana (lunes 7 de marzo), ya había mucho movimiento en este rancho, el cual se incremento desde el viernes, haciendo pruebas tanto de sonido, como metiendo al rancho, todo lo necesario para el día de la gran fiesta.
Los soldados y los policías, a decir de algunos lugareños, se apostaron en lugares estratégicos y predeterminados, desde las 8 de la mañana del sábado, para que alrededor de las 13 horas de ayer sábado, empezaran a llegar los primeros invitados; y así sucedió hasta aproximadamente las 3 ó 4 de la tarde.
Al fondo se escuchaba música de marimba entonando melodías tradicionales mexicanas.
El acceso estuvo restringido a todo aquel que no estuviera en esa famosa lista, que una vez checada por los escort, eran tachados para excluirlos de los que aún no llegaban.
TE DE los invitados a este fiesta, alrededor de un pequeño lago artificial.