SAN JOSÉ DE GRACIA
BREVE HOMENAJE
Despiden a Luis González y González en San José de Gracia
Asu funeral no acudió nunguna autoridad federal ni miembros del mundo intelectual
Cientos de personas se dieron cita en el funeral del creador de la micro historia para darle el último adiós a uno de los hombres más trascendentes que ha visto Michoacán (2003-12-15)
Ricardo Manríquez Huerta/Cambio de Michoacán
Lunes 15 de Diciembre de 2003
El pueblo en vilo lo vio partir a la última morada, la que cuidadosamente escogió para traspasar a la inmortalidad. Junto al pueblo, amigos y familiares, la comunidad cultural del occidente del país despidió en medio de lágrimas, rezos y cánticos al creador de la microhistoria, Luis González y González, quien con su vasta obra permitió una compresión de la historia más apegada a los valores sociales y culturales de las diferentes épocas de la nación.
Don Luis, aun cuando se fue de repente, no se fue pronto de esta tierra que siempre quiso y defendió férreamente, sobre todo en aquellos días de la creación de este municipio en el más lejano occidente michoacano, tras haberse impuesto el nombre de Ornelas a la localidad, buscó y tocó puertas, no sólo del gobierno del estado, sino de la Presidencia de la República. Finalmente una lluvia de firmas y respaldos del pueblo entero que ahora tampoco lo dejó solo logró el objetivo manteniendo hasta hoy el nombre de San José de Gracia, lo mismo que cuando directamente tras la gestión con el entonces presidente de la República, logró los apoyos económicos para que se pudiera abastecer de agua potable los hogares josefinos, hecho que a mí me relató de sus propios labios un día de enero de 1995 en que amablemente abrió para siempre las puertas de su hogar, al lado de su entrañable Armida, mujer que acompañándole por décadas de su brillante existencia fue motivo de inspiración y una mano suave con quien compartiera el deandar por las letras.
Como lo resaltó ayer el gobernador del estado, Lázaro Cárdenas Batel, a don Luis se le deben importantes contribuciones a la historia; recordó en charla con este corresponsal algunos de los momentos en que tuvo emotivos encuentros con nuestro personaje en sus visitas a este rincón michoacano de tierra colorada y aire que desciende desde lo alto de la Sierra del Tigre o como él la bautizara: la Sierra de Jalmich.
Tras haberse efectuado la inhumación de los restos mortales, justo en los escalones que despiden el frontispicio del cementerio local que se ubica a medio kilómetro de la plaza principal, recuerda cómo: «Tuve la oportunidad de saludarlo, de visitarlo en algunas ocasiones ya como gobernador; incluso en la campaña también estuvimos, lo saludamos en su casa; siempre una persona sencilla y sumamente amable… Yo lo que recordaría y destacaría de don Luis es su sencillez, es su compromiso con este pueblo, con San José. Hace unos meses tuvimos la oportunidad de tener una reunión con el Cabildo, tomó la palabra como un miembro más del aunque no lo era, pero todos los regidores, el presidente, quisieron que don Luis hablara y él aprovechó el tiempo para pedirnos el apoyo, el auditorio y pedirnos en general el apoyo a los propósitos del Ayuntamiento, el apoyo a San José, una gente muy, muy sencilla, a quien hace apenas unas semanas se le entregó también la Presea Belisario Domínguez».
En relación con este notable acontecimiento, hizo referencia de la preocupación que existió por parte de su gobierno a fin de que sabedores de las complicaciones que ahora fueron la causa de su deceso se ofreció facilitar medios para el transporte apropiado, «nos comunicamos con él para decirle que estábamos dispuestos a ayudar, para ver si él quería algún apoyo para trasladarse a la Ciudad de México, pero desafortunadamente ya no fue posible hacerlo y pues hoy es una pérdida muy, muy grande para Michoacán, para México y un gran ejemplo para todos».
Agregó que «él nos enseñó a valorar sobre todo lo que es nuestra identidad propia, crecer, fortalecernos a partir de esta actividad tan particular, del mismo modo creo que abogó y trabajó por el desarrollo de las instituciones como es el caso de El Colegio de Michoacán, un legado muy importante que nos deja en Zamora, el Centro de Estudios de la Revolución Mexicana y muchas instituciones más en donde dejó fiel testimonio de su calidad humana».
El ex presidente municipal Abraham González Negrete, quien fuera diputado federal por este Distrito hace dos periodos y quien además era primo hermano del historiador, recordó uno de los hechos singulares que le tocó vivir con don Luis, cuando el 16 de marzo del año de 1984, fue merecedor al Premio Nacional de Historia; recordó que en esa fecha se le hizo un amplio homenaje en esta su tierra querida en donde presidiera los festejos el entonces gobernador del estado, ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, con quien mantuvo siempre una relación estrecha.
Don Luis González y González nació en esta población fundada precisamente un 19 de marzo – día de San José -, el 11 de octubre de 1925, a los 78 años de edad fallece según el reporte médico a consecuencia de un carcinoma hepático que le fue detectado apenas en agosto pasado. En octubre pasado estuvo presentando su ponencia dentro de las Jornadas de Historia de Occidente que se desarrollaron en el Centro de Estudios de la Revolución Mexicana de Jiquilpan, donde como siempre tuvo el reconocimiento del gremio de la investigación histórica, con el que compartió la aventura en la búsqueda de nuestra identidad. Le sobreviven sus hijos Luis, Fernand, Martín, Armida, Marcela y Josefina.
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