Las Ordenes Religiosas instaladas en Querétaro
José Félix Zavala
“Dio es tan insondable, tan infinito e incomprensible, que ninguna persona, ningún grupo humano puede tener la totalidad de la percepción de Dios. Por eso Dios permite que se reparta su presencia y la percepción de él entre los pueblos, para que entren en un dialogo interno, para que comenten unos con otros su percepción de Dios.”
Ob. Samuel Ruiz García.
El siglo XVl es el periodo fundamental en la historia y en la formación del México post hispánico, durante este período se lleva a cabo, en la reforma más vigorosa, aquel entrechoque entre dos civilizaciones de que tanto se habla, en las que se yuxtaponen elementos tanto americanos como españoles y se comienza la historia de la Iglesia en México.
Se concluye que la conquista de México, la fundación de la Nueva España y la organización de la Iglesia en México es obra casi exclusiva de las órdenes mendicantes, casi al margen de los obispos y en lucha permanente con el poder civil.
Estas son las órdenes religiosas fundamentales en el siglo XVl durante la invasión europea y la propagación de la fe católica en América y su fecha de llegada al continente.
Franciscanos 1523
Dominicos 1526
Agustinos 1533
Jesuitas 1572
El primer Obispado creado en América fue el de Tlaxcala – Puebla, en 1524, después el de México en 1530, declarándose sede metropolitana a este Arzobispado para 1548, posteriormente se fundó el de Oaxaca en 1534, luego el de Michoacán en 1536, siguiendo con el de Nueva Galicia en 1548.
Esta organización eclesial no toma en cuenta el sureste mexicano comprendido por Chiapas, Campeche, Tabasco y Yucatán, obispados formados casi enseguida de los anteriormente mencionados.
La Historia de la Iglesia en México podría decirse que comienza en 1523 y tiene un primer paso dado hasta la llegada de los jesuitas en 1572.
De las tres ordenes religiosas primeras y más importantes llegadas a Mesoamérica, se puede decir que los franciscanos eran iluministas, imbuidos del espíritu utópico de Joaquín de Fiore. Los dominicos después de su reforma de 1536, llegaban a América llenos de un espíritu apostólico importante y los frailes agustinos reformados en 1430, llegan a estas tierras con un gran fervor misionero.
El gran problema a enfrentar de estos frailes, fue la presencia de los mesoamericanos y su civilización, fue el cómo descubrir y el cómo incorporar esta población asombrosa, al mundo europeo y a esa su historia, única conocida y válida para ellos, no era para ellos un problema la evangelización estrictamente dicha sino como excluir esta cultura autóctona de la que ellos poseían.
No surgió desde el principio la propuesta de una iglesia indígena sugerida por parte de algunos frailes franciscanos y agustinos y a la que se oponían los dominicos, entre estas tres ordenes mendicantes.
No pudiendo fundar la Iglesia autóctona, vuelve a surgir su intento en 1572 con la llegada de los Jesuitas, quienes volvieron a intentarlo con la fundación de sus colegios y la esperanza de que en determinado tiempo pudieran ordenarse sacerdotes mesoamericanos surgidos de entre esta formación loyolista.
La intención de las ordenes mendicantes de fundar una Iglesia Mexicana no se logró, durante el apogeo de estos grupos religiosos en las tierras invadidas, dejaron solo el fundamento para la creación de una Iglesia Criolla, pero si dejaron bien asentada una Iglesia española, con fieles indígenas, tenidos como fieles de segunda categoría.
El poder del monarca español sobre la Iglesia en los territorios americanos fortaleció a la Iglesia peninsular y la hizo más evidente, en otras palabras fue una Iglesia colonial, lo que al final de cuentas fue el saldo de la presencia de los evangelizadores en tierras americanas.
En cuanto a la organización en provincias, de las órdenes mendicantes, diremos que en 1535 se forma la Provincia franciscana del Santo Evangelio de México y en 1565 la Provincia también franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán, los dominicos erigen su provincia hasta el año de 1532, bajo el nombre de Santiago Apóstol y los agustinos en 1545 bajo el título del Dulce Nombre de Jesús.
Para los trabajos de organización de la Iglesia en lo que se dio en llamar la Nueva España, el obispo de México, Fray Alonso de Montúfar, convoca a los dos primeros concilios mexicanos, el primero en 1555 donde en 95 capítulos trata la organización de la Iglesia en México, donde resalta el problema de la resistencia mesoamericana a dejar su propia religión y el de 1565 que se dedica a la adaptación del Concilio de Trento en la Iglesia de México, el tercero de da en 1585 con la convocatoria del Obispo Moya de México y es el de mayor importancia en el siglo XVl.
Con la rendición que Conín hace al encomendero de Acámbaro Hernán Pérez de Bocanegra, de la población de Querétaro, Nda Maxei, o Tlaxco y basado en los documentos de Fray Jerónimo de Mendieta, la Relación geográfica de Hernando de Vargas, la Paramología de Fray Paciente de Verona, también lo mención del cronista Vilaplana, es muy seguro que los primeros evangelizadores de estas tierras sean el fraile Alonso de Rangel y Jacobo Daciano, ambos franciscanos, descontando las actividades primarias de Juan Sánchez de Alanís y Conín, en este sentido.
Los franciscanos desde su convento en Querétaro y los otros que fundaron en lo que hoy es el obispado local, funcionaban como una parroquia, casi siempre con una doctrina, un hospital anexo y fundaciones piadosas.
De esta manera comienza la Parroquia de Santiago, en el templo de La Compañía de Jesús, con 200 años a cargo de los frailes franciscanos y 240 a cargo del clero secular y madre de las iglesias y primer templo catedral en el obispado de Querétaro.
En 1544 se inició la disputa por los diezmos de la población de Querétaro, entre los obispos Vasco de Quiroga de Michoacán y Juan de Zumárraga de México, asunto resuelto hasta 1586, siendo favorable el fallo a favor del obispado de México.
Durante la colonia y muchos años después la Iglesia fungió como prestamista, arrendadora, administradora y empleadora por la gran cantidad de haciendas, ranchos, labores, obrajes y propiedades urbanas que poseía.
Los franciscanos establecidos en el convento de Querétaro pasan a ser parte de la Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán en 1566
Los frailes agustinos desde Xilitla hicieron las incursiones misionales a la parte de Jalpan y sus alrededores, posteriormente los dominicos en el siglo XVll incursionan en el semidesierto queretano, los Jesuitas desde San Luis de la Paz en los siete municipios actuales que forman parte de la Iglesia de Querétaro y los clérigos seculares adoctrinan en la zona de San Juan del Río, mientras los franciscanos fundan los conventos de Tolimán, y Cadereyta, mientras finalmente tienen un relativo éxito las llamadas misiones fernandinas allá por 1750, donde destaca Fray Junípero Serra
En la capital del obispado se van integrando junto con el crecimiento económico y el desplazamiento de los otomíes del poder, diferentes ordenes religiosas tanto femeninas como masculinas,
Se da comienzo con el patronato de Conín en la construcción del templo, convento, doctrina y primera parroquia, al mando de los franciscanos, en lo que hoy conocemos como templo de San Francisco y es aproximadamente por el año de 1540.
Uno de los conventos que llegaría a ser de los más importantes de Nueva España y de los más ricos, fue fundado bajo el patronazgo del cacique Diego de Tapia para su hija, la cacica María Luisa del espíritu Santo, quien propiamente fuera la “dueña” de ese monumental monasterio, llamado de Santa Clara de Jesús, franciscano también.
Para 1613 se establece otro gran monasterio, el de los Dieguinos o franciscanos de más estricta observancia, conocido comúnmente como San Antonio
Los carmelitas descalzos reformados por Teresa de Avila en España se establecen en Querétaro en 1614, con no pocas dificultades.
Para 1624 los hermanos Hipólitos tienen su iglesia y hospital de La Inmaculada Concepción en esta ciudad.
Posteriormente los jesuitas edifican sus dos colegios el de san Ignacio de Loyola y el de san Francisco Javier, además del templo de la Compañía de Jesús, esto es por el año de 1625.
Los frailes dominicos que ya habían fundado siete misiones en el semidesierto y un templo en San Juan del Río se establecen en la ciudad de Querétaro fundando el convento y el templo dedicados a San Pedro y San Pablo, además de la Capilla de la tercera orden, esto es por el año de 1692.
Las hermanas Alonso en un predio de su propiedad dan inicio a un beaterio que llegaría a ser por su arquitectura y servicio una de las glorias de la ciudad, ellas fueron las fundadoras de El Real Colegio de Santa Rosa de Viterbo en 1669.
En 1683 en el antiguo convento de recolección fundado en 1640 en la loma del Sangremal o barrio de indios, los frailes franciscanos fundan una de las obras más importantes de su orden, que dará pie a otras de igual importancia y es el Convento y Colegio de Propaganda Fide.
Las religiosas Capuchinas fundan en Querétaro su templo y convento llamado de San José de Gracia por el año de 1728.
Los frailes agustinos que en 1570 ya habían incursionado por Jalpan, se establecen en Querétaro fundando un hermosísimo convento y templo llamado de Nuestra señora de los Dolores por el año de 1728.
Para 1736 los padres mercedarios fundan en la ahora esquina de las calles de Altamirano y 16 de septiembre el hospital y templo de Nuestra señora de la Merced.
Los padres felipenses, una rama de los jesuitas funda en Querétaro el convento y templo de San Felipe Neri, ahora habilitado como Catedral de este obispado, por el año de 1755.
Las religiosas Carmelitas descalzas fundan en esta ciudad un beaterio llamado de San José y conocido comúnmente como Carmelitas por el año de 1736.
Los frailes Franciscanos fundan en El Pueblito convento y Santuario a la patrona de la ciudad Nuestra señora del Pueblito, el nombre propio del convento es de San Buena Ventura, esto es por el año de 1736.
Las carmelitas reformadas fundan en esta capital episcopal el convento maravilloso de El
Niño Jesús, conocido comúnmente como Teresitas, en el año de 1802.
Los franciscanos se extienden a la capilla de indios llamada del Espíritu Santo, a la capilla de indios de San Francisquito y al convento de la otra Banda llamado de San Sebastián.