Historia de la Iglesia en Querétaro, un episodio
José Félix Zavala
“El casco de esta ciudad contiene dos parroquias o curatos, conviene saber, el de Santiago Apóstol y el de San Sebastián, el curato de Santiago radicado en la iglesia que fue de los regulares extinguidos y que abraza la principal parte de la población a la parte del sur del río o arroyo que corriendo de oriente a poniente la separa de la parte del norte en que está el arrabal y curato de San Sebastián, curato cuya feligresía asciende a 27 mil habitantes y es atendida por un cura y tres vicarios.”
“Las numerosas comunidades de regulares, que de día y de noche están pronto a salir a las confesiones y predican con frecuencia en sus templos.”
Por cédula del rey de España Carlos lll, es donada la Iglesia Jesuita de Querétaro, para destinarla a Parroquia de Santiago, por bando expedido el 25 de junio de 1767, además por decreto del 27 de febrero del mismo año había ordenado “se extrañen” de sus dominios a los religiosos y novicios, lo mismo que se ocupen sus propiedades, de los integrantes de la compañía de Jesús y sus novicios.
San Francisco de Borja fundó la Provincia de México el 15 de junio de 1571, llegando a México los primeros catorce jesuitas el 28 de septiembre de 1572, al ser expulsados en 1757 ya eran 678, La Compañía de Jesús se volvió a instalar en México en 1815, sufriendo otro destierro en 1873 y la persecución religiosa del 1926 y para el año de 1969 aran ya 753.
En Querétaro tal disposición le correspondió cumplirla al coronel León de Sesma, siendo provincial de esa institución religiosa Salvador Gándara.
Las otras temporalidades debían sujetarse a diferentes acuerdos, como la casa destinada al seminario o el llamado Colegio de San Ignacio, debiera ser casa de estudiantes pensionados del Colegio de San Francisco Javier debiera continuar, llamándose Real seminario de San Javier, pero bajo las ordenanzas del Rector y este del cura de la parroquia.
Que debiera leerse en dicho seminario la filosofía de Gaudín, la teología de Tomás de Aquino y la moral de Ferrer, como en los colegios de San Carlos, San Ildefonso y de San Pedro y San Pablo.
Las congregaciones religiosas seglares allí existentes como la de la Purísima Concepción, Dolores y la de la Buena Muerte, debieran ser extintas.
La biblioteca y libros que estuvieren en los aposentos, sujetos a examen y separación de los libros de doctrina laxa, a excepción de los de vocabularios de idiomas de estas tierras
El Colegio de San Ignacio se funda en 1625 y va teniendo junto con su crecimiento diversas modificaciones hasta llegar a la belleza arquitectónica que posee y sus corredores tuvieron lienzo de la vida del fundador de la Compañía de Jesús, del pintor oaxaqueño Miguel Cabrera.
El Real Colegio de San Francisco Javier es de principios del siglo XVll y estuvo patrocinado con gran magnanimidad por Juan Caballero y Osio, al mismo tiempo que los padres jesuitas le dieron gran relevancia a los estudios incorporando este centro escolar a la Real y Pontificia Universidad de México y al Seminario Conciliar de la arquidiócesis de México.
Después de haber dado grande luminarias en el arte y la cultura fue clausurado por orden real el 25 de junio de 1767, habiendo servido 165 años al pueblo de Querétaro.
.El Colegio de San Francisco de Asís, instalado dentro del Convento Grande de San Francisco, para la formación de religiosos, fue abierto a estudiantes que solo buscaban el conocimiento, produciendo varones de esclarecida virtudes y ciencia.
El Colegio de Propaganda Fide fundado en la Loma del Sangremal fue el centro de ilustración más importante de los franciscanos en América a partir del siglo XVll y siendo madre de otros grandes colegios en América como el de Guatemala, el de México, el de Zacatecas, el de Pachuca, entre otros muchos más y dando frutos de esclarecidos egresados de ese centro de estudios.
El Real Colegio de Santa Rosa de Viterbo, fundado en 1670 por las hermanas Alonso y que como fruto dio, entre muchas otras obras, el edificio religioso más hermoso de la ciudad y como sociedad dieron instrucción a las doncellas acaudaladas y nobles de esta ciudad, siendo propiamente el lugar donde se inicia la escuela de música sacra más importante de Querétaro, que después tendrá su culminación con el centenario Conservatorio de Música.
Colegio de Carmelitas Descalzas del Señor San José de Gracia, en 1736, con la autorización del arzobispo Francisco Antonio Lorenzana, establecieron un colegio de enseñanza para niñas, bajo el patrocinio del Marques de la Villa del Villar del Aguila.
Además de estos centros de enseñanza se puede recordar que los conventos de los dominicos, de los agustinos, de los carmelitas, de los Dieguinos, en esta ciudad, hubo estudios para jóvenes que aspiraban a la vida religiosa.
El Papa Pío lX preconizó al que fuera el segundo obispo de Querétaro Ramón Camacho García, en el consistorio del 22 de junio de 1868 y fue consagrado el 4 de julio de 1869 en la Catedral de Morelia, de manos del Arzobispo Arciaga y el 19 de julio de ese mismo año toma posesión de la diócesis por medio de su representante Manuel de Soria y Beña.
El Obispo Ramón Camacho llega a residir a Querétaro el 15 de agosto del mismo año y el 22 del mismo mes es recibido en la Catedral, durando este apiscopado de 15 años, donde ordenó a 36 sacerdotes y se abrió al tercer intento y ayudados por la fuerza pública el primer templo surgido de la reforma protestante .
La formación de la juventud durante el siglo XlX y principios del siglo XX estuvo a cargo, dentro de la Iglesia de Querétaro, principalmente del gran educador queretano Florencio Rosas.
Quien fundara El Liceo Católico, de donde salieron de donde salieron abogados, ingenieros, farmacéuticos, topógrafos y de otras muchas profesiones más, El Colegio de Niñas, El Colegio Gudalupano, el Colegio Gudalupano, La escuela de Agricultura, La Escuela de Artes y Oficios, donde se formaron los obreros queretanos, El Taller para Niñas llamado del Sagrado Corazón, el asilo para niñas huérfanas llamado del Espíritu Santo y fue por muchos años rector del seminario Conciliar. Toda una obra educativa fundamental para el Querétaro del siglo XX y para beneficio de los miembros de la Iglesia católica.
El 19 de febrero de 1889, a poco más de 25 años de fundada la diócesis de Querétaro, el cura de la parroquia de Santiago a cargo de Francisco Figueroa y el Gobierno del estado, firman un convenio sobre el edificio que en un tiempo fuera de la Compañía de Jesús, el llamado Colegio de San Ignacio y que después fuera donado por el rey Carlos lll, para curato.
El 20 de diciembre de 1883 el cura de Santiago de ese entonces P. Guisasola y las autoridades civiles habían llegado a un acuerdo para la división de los que era el Colegio Civil y la casa parroquial o curato.
Pero para la fecha antes mencionada ya habían sucedido dificultades con los limites y servicios tanto del curato como del colegio civil por lo que se llega a un nuevo acuerdo, levantando nuevo plano, debido al perito Carlos Alcocer y que sirvió de base a la nueva escritura.
A partir del 24 de mayo de 1885 gobernó la diócesis de Querétaro por 13 años el obispo Rafael S. Camacho García. “Ferviente propagador de la devoción Guadalupana, vigilante cuidadoso de la disciplina eclesiástica, de los sagrados ritos y restaurador del canto y la música sagrada”.
Asistió al concilio provincial de Michoacán y al concilio latinoamericano efectuado en la ciudad de Roma. Fundó El Conservatorio de Música Sacra, promovió la peregrinación anual al Tepeyac, que le valió fuera seguida por todas las diócesis del país.
Casi al final de su obispado obtuvo de la Santa Sede le fuera nombrado un obispo Coadjutor con derecho a sucesión, recayendo esta responsabilidad en el queretano Don Manuel Rivera Muñoz