El Aleman y los alemanes: Recordando a José Ma. Pérez Gay

Propició José Ma.  Pérez Gay «diálogo intelectual» entre Alemania y AL

 

La Universidad Libre de Berlín destaca la trayectoria de filósofo mexicano recién extinto.

 

Eva Usi,

Berlín. «Alemania ha perdido en José María Pérez Gay a uno de sus más importantes divulgadores de la cultura y la literatura alemanas del siglo XX en Latinoamérica», señaló la Universidad Libre de Berlín (FU) en un comunicado publicado en su portal de Internet.

 

La casa de estudios donde Pérez Gay realizó realizó su maestría y doctorado en filosofía y germanística hizo un recuento de la trayectoria del filósofo, escritor, diplomático, traductor y periodista mexicano desde que llegó a Berlín en la década de los 60, donde residió durante 14 años.

 

Detonador de un diálogo intelectual

 

José María Pérez Gay (1943-2013) vivió tiempos turbulentos en Berlín. mientras asistía a la cátedra del filólogo e intelectual Peter Szondi. Conoció entre otros al poeta de origen judío Paul Celan, cuyo encuentro está documentado en su texto Berlín después del derrumbe.

 

Esos años lo marcaron profundamente, como lo refleja su obra, y se convirtieron en una referencia constante en sus múltiples artículos y ensayos publicados en varios periódicos y revistas.

 

La Universidad Libre de Berlín destaca las traducciones realizadas por José María Pérez Gay de grandes figuras de la filosofía y la literatura alemanas, como Johann Wolfgang von Goethe, Thomas Mann, Franz Kafka, Karl Kraus, Robert Musil, Joseph Roth, Hermann Broch, Walter Benjamin, Paul Celan, Jürgen Habermas, Theodor W. Adorno, Elias Canetti y Hans Magnus Enzensberger.

 

También ennumera los reconocimientos con los que fue honrado por sus investigaciones y su labor en la divulgación cultural, entre ellos la Cruz al Mérito del Gobierno Federal de Alemania, la Cruz al Mérito del Gobierno de Austria, y la Medalla Goethe.

 

«No sólo llevó a Latinoamérica obras centrales de la lengua alemana, sino que abrió un diálogo intelectual y una continuada circulación de conocimientos», describe el comunicado, que resume el foco de la atención filosófica del pensador mexicano en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y el surgimiento del nazismo, así como las devastadoras consecuencias que éste tuvo para varias generaciones de intelectuales europeos y alemanes.

 

La casa de estudios cita los títulos de las obras más importantes de Pérez Gay: La difícil costumbre de estar lejos (1984), El imperio perdido o las claves del siglo (1991), Hermann Broch: una pasión desdichada (2004),El Príncipe y sus guerrilleros: la destrucción de Camboya (2005), y La profecía de la memoria: ensayos alemanes (2010), así como una novela póstuma que reconstruye el entorno histórico del filósofo, historiador y politólogo Max Weber.

 

La nota hace alusión a una antología de traducciones inéditas de poesía alemana, en particular la de Paul Celan, que se encuentra en preparación en la editorial Cal y Arena, en México.

 

 

El corresponsal de un periódico filosófico

José María Pérez Gay estudió y tradujo a los grandes pensadores alemanes del siglo pasado, no sólo a través de los libros, sino desde el lugar de los hechos. En «La profecía de la memoria» compila algunos de los textos sobre ellos.

Eduardo Gálvez
Publicado: 01/06/2013 15:03

Si hubiera existido en México un periódico filosófico, José María Pérez Gay habría sido sin duda su cronista y corresponsal en Alemania.

Era noviembre de 1966, y el entonces joven escritor mexicano había llegado puntual a la cita en el auditorio de la Universidad Libre de Berlín:

“Abarrotamos el auditorio; muchos compañeros llegaron después, burlaron el control de la entrada, se sentaron en los pasillos, las escaleras, las repisas de los ventanales y el aire se volvió poco a poco irrespirable.

“Antes del anochecer una mujer de pelo negro, robusta, con sesenta años cumplidos, apareció en la tarima, sentada a un lado del profesor Tabues, fumando un cigarrillo tras otro, en cadena –dos cajetillas de Pall Mall sobre el escritorio-, hablando un alemán impecable y sin acento”. Era Hannah Arendt.

“Tenía la cara afilada, nariz aguileña y rasgos muy marcados, ojos oscuros, singularmente vivos y un aire de venir del otro lado de la realidad. Vestía un traje sastre oscuro, un collar de cuentas de colores y, cuando apagaba el cigarrillo, se quitaba y se ponía los anteojos sin pausa. Hablaba de Alemania como de una patria perdida…”

José María Pérez Gay, quien falleció el pasado fin de semana, inicia así, con esa breve crónica, un texto dedicado a Hannah Arendt, en el que no sólo expone las ideas más destacables de la filósofa y también periodista alemana, sino que escudriña su biografía para entender íntegramente el origen y contexto de sus reflexiones políticas, religiosas y culturales.

Narra así, el vínculo amoroso e intelectual que Arendt tuvo con su profesor Martin Heidegger. Una relación que inició cuando ella, la alumna, tenía 18 años, y él, el autor de Ser y tiempo, 35. Y todo lo que derivó de ello.

Dichas referencias biográficas o anecdotarias no son fortuitas. Todos los pensadores alemanes fueron influenciados, de alguna u otra manera, por su época, por su posición social, económica, religiosa, por sus relaciones intelectuales y políticas.

Y José María Pérez Gay, quien estudió Ciencias y Técnicas de la Información, supo ligar el instinto periodístico con la interpretación de las ideas, con el ensayo filosófico y literario.