Jan de Vos el historiador regional que respeta la voz de los vencidos
Isaín Mandujano
Jan de Vos, historiador.
(apro).-
A los 75 años de edad, el historiador y antropólogo Jan de Vos, un exsacerdote jesuita radicado en Chiapas desde 1973 y autor de varias publicaciones sobre investigaciones sociales sobre esta entidad, falleció hoy por la mañana en la Ciudad de México, dieron a conocer sus amigos y familiares.
Debido a las afecciones cardiacas que sufría y que se le agravaron desde el jueves pasado, el viernes fue trasladado al DF donde, se dijo, falleció la madrugada de este domingo 24 alrededor de las 02:00 horas.
Jan de Vos nació en Amberes, Bélgica el 17 de marzo de 1936. Vino a México en 1973 en la orden religiosa de los jesuitas, por lo que se asentó en la región selvática de Chiapas en ese mismo año para predicar, pero al paso de los años el religioso dejó la congregación para convertirse en historiador, investigador social y antropólogo, lo que le dio notoriedad y prestigio entre los científicos sociales de Chiapas.
Doctorado en Historia por la Universidad Católica de Lovaina en 1978, se dedicó a estudiar el pasado colonial y más reciente del sureste mexicano en general y de Chiapas en particular. Sus especialidades eran Historia Regional, Etnohistoria e Historia Ecológica.
Reseña su fichar curricular que sobre estos temas escribió más de 10 libros. Entre ellos destaca la trilogía sobre la Selva Lacandona: La paz de Dios y del rey (1980), Oro verde (1988) y Una tierra para sembrar sueños (2002).
Otros de sus libros fueron: Fray Pedro Lorenzo de la Nada, misionero en Chiapas y Tabasco (1980 y 2010), La batalla del Sumidero (1985), Viajes al Desierto de la Soledad (1988 y 2003), No queremos ser cristianos (1991), Los enredos de Remesal (1992) y Vivir en frontera: la experiencia de los indios de Chiapas (1994).
Jan de Vos trabajó desde 1987 como investigador titular en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social del Sureste (Ciesas), con sede en la ciudad de San Cristóbal de las Casas.
Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores, en el cual obtuvo en 1994 el más alto nivel y en 2004 el nombramiento de Investigador Nacional Emérito. Asimismo, fue miembro regular de la Academia Mexicana de Ciencias y miembro correspondiente de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala.
Por su labor de historiador recibió varias distinciones, entre ellas el Premio Chiapas (1986) la Presea Vito Alessio Robles (1999) y el Reconocimiento al Mérito Estatal de Investigación Científica, otorgado por el gobierno de Chiapas (2005).
Aparte de su labor de investigador-escritor, De Vos se dedicó a difundir los resultados de sus investigaciones a través de varios textos de divulgación. Entre ellos figuraron La frontera de la frontera sur (1992) y Nuestra Raíz (2001), una historia de los pueblos indios de Chiapas escrita para ellos en español y los cuatro dialectos mayas más hablados en ese estado.
Sus últimas dos publicaciones son: Vienen de lejos los torrentes. Una historia de Chiapas (2010) y Camino del Mayab. Cinco incursiones en el pasado de Chiapas (2010). Está en proceso de publicación La guerra de las dos vírgenes. La rebelión de los Zendales (1712) documentada, recordada, recreada.
De Vos recordaba su infancia como un niño que nació y creció durante la Segunda Guerra Mundial, vivió en una casa en la que vivían soldados alemanes. Su apellido De Vos significaba “el zorro” en su lengua natal.
Decía ser de una familia muy católica y muy numerosa, era uno de nueve hermanos. Fue en Amberes donde ingresó al colegio de jesuitas, donde egresó a los 17 años, para irse a una universidad francófona al sur de Bruselas, pues quería perfeccionar la segunda lengua de mayor importancia para los flamencos. Fue en esa universidad que estudió Derecho.
Fue por un gran maestro que tuvo en la universidad, que se dedicó a la vida religiosa e ingresó a la Compañía de Jesuitas a los 19 años. Fue en 1972 que “escapó” de ese mundo de colegios en Bélgica para irse un año pastoral al continente americano, para ser precisos a Colombia, donde vivió un año en la región selvática de Medellín.
Fue a finales de 1973 cuando dejó Colombia para unirse en México a una congregación de jesuitas ubicada en Bachajón, Chiapas. Acá dejó la iglesia para dedicarse a la investigación social entre las comunidades indígenas de Chiapas y enseñarles a ellos también su propia historia.
Para Jan de Vos la consigna fue “hacer al indígena sujeto de su propia historia”, por lo que para llegar a eso, consideró que podría ser útil ayudándoles a conocer su historia.
El cuerpo de Jan de Vos llegará hoy a San Cristóbal de Las Casas y en las próximas horas será inhumado en el panteón en esa ciudad que fue su última morada.