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El “efecto Francisco”, de lo espiritual a lo económico
A 100 días de su elección como obispo de Roma, Francisco ha provocado un verdadero “efecto”. Un fenómeno que se manifiesta de muy diversas formas: desde lo espiritual hasta lo económico, pasando por lo turístico, lo social y lo mediático. Un cardenal mexicano y un político argentino concuerdan en señalar -al Vatican Insider- que el Papa “venido del fin del mundo” ha alzado el nivel de exigencia moral para los habitantes de América Latina.
“En México se ha recibido (la elección de Jorge Mario Bergoglio) con mucha fe, con mucha alegría y especial agradecimiento, porque se trata de un Papa venido de Latinoamérica que, de alguna manera nos representa y es el aporte de la Iglesia de aquellas tierras para la Iglesia universal. Nos sentimos corresponsables de su ministerio petrino”, sostuvo José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.
El también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano reconoció que el origen del sucesor de Pedro “ha alzado la medida” a los latinoamericanos, quienes se sienten exigidos con él. Empero aclaró que la Iglesia es universal y no importa si el Papa es americano, europeo o africano, porque “el señor hace surgir a la persona indicada cuando él lo establece”.
Por otra parte descartó que pueda ser presa de la expectativa despertada en torno a él ya que es un hombre profundamente inteligente, sereno y seguro. “No cabe duda que sabe lo que tiene delante, sabe los proyectos que vendrán y los va a ir realizando sin sentirse presionado desde ningún lado”, apuntó.
Donde el “efecto Francisco” se ha sentido particularmente es en Argentina, donde se han disparado la demanda de pasajes aéreos con destino a Roma. Cada semana decenas de connacionales del líder católico llegan hasta la Plaza de San Pedro para ver a “su” Papa, con la esperanza de estrecharle la mano.
Según datos de Aerolíneas Argentinas, en los últimos tres meses ha subido hasta en un 60 por ciento la cantidad de pasajeros que vuelan cada día de Buenos Aires a la capital italiana. Aunque los directivos de la compañía creen que este anómalo crecimiento se estabilice en las próximas semanas, mientras tanto los precios de los billetes han aumentado.
Martín Buzzi, gobernador de la sureña provincia argentina de Chubut, fue uno de los políticos que han desfilado por el atrio de la Basílica de San Pedro durante el “besamanos” papal. En entrevista confesó sentirse impacto por la “relación de piel” de Bergoglio con la gente: papamóvil sin barreras, los besos a los niños, “gestos cargados de empatía”.
Aunque reconoció que el pontífice llena de orgullo a todos en su país, advirtió que no todos lo conocían bien en su papel como cardenal y arzobispo de Buenos Aires. “Era muy porteño”, precisó haciendo notar con sus palabras la distancia (y la rivalidad) histórica entre los habitantes del puerto de la capital (de ahí el gentilicio) y el resto de los habitantes del país, llamados coloquialmente “del interior”.
“Para nosotros la relación mas puntual es con el obispo del propio territorio, la mayoría de los argentinos lo conocían y sabían quién era, pero era un desconocido en lo gestual, aún así sorprendió por la forma en que llegó al pontificado. Ahora se agrega esa dósis de conocimiento, aunque su elección provocó una inmensa alegría en la totalidad del pueblo. Es la máxima aspiración de un argentino en esta vida”, dijo.
“Por una parte es ya un ícono, cuando se viaja y los demás saben que uno es argentino, inmediatamente dicen: ¡Ahh, el Papa Francisco! En Argentina tendrá un efecto importante como mensaje de convivencia y va a tener un impacto sobre las vocaciones (al sacerdocio), como también lo tuvo Juan Pablo II en la comunidad polaca”, estableció.
Serafines susurran.- Que tres meses y 10 días después, todavía falta una cosa en Roma: un verdadero “mea culpa” de parte de la prensa -especialmente la italiana- por la sarta de especulaciones disfrazadas de noticias que nos recetaron por montón en los días previos al Cónclave.
Prácticamente todos los periódicos itálicos titularon, un día antes de las votaciones en la Capilla Sixtina, más o menos así: “Scola el favorito, tiene un paquete de 40 votos”. Según esta versión, puntualmente anónima, el arzobispo de Milán era el candidato a vencer. Muchos así lo creyeron, él mismo lo creyó (demasiado) posible. Y esta percepción fue magnificada al infinito por los miles de periodistas que arribaron a Roma sólo para cubrir la información de esos días. Llegaron sin mayor conocimiento, sin grandes contactos y con una enorme urgencia de informar. A muchos de ellos no les bastaron las maratónicas ruedas de prensa diarias dictadas por el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Para reconstruir el “detrás de escena” del pre-Cónclave muchos apelaron a la prensa italiana. Los diarios de referencia eran, obviamente, Il Corriere della Sera y La Repubblica. Pero también La Stampa y otros. Ingenuos convencidos de los votos ganadores de Scola que, finalmente, no superó la barrera de los 20 sufragios. Aunque existen versiones que establecen sus consensos en apenas 15.
Ahora resulta claro que el gran “tapado” fue Jorge Mario Bergoglio. El argentino que todos subestimaron, al grado que Il Corriere no lo incluyó en la lista de los 10 “papables” publicada el 12 de marzo en páginas centrales. Pero su camino al trono de San Pedro no tuvo grandes obstáculos, llegando incluso a cosechar más de 100 votos en el último de los escrutinios. Los purpurados se rindieron a las evidencias y allanaron, uno tras otro, su camino a la sucesión de Benedicto XVI.