Carlos Fuentes, “un peligroso comunista” para el FBI
La agencia y el Departamento de Estado mantuvieron un seguimiento de al menos dos décadas por su caracter «antiestadounidense»
El País México
El escritor mexicano Carlos Fuentes fue sometido a un seguimiento por parte del FBI y el Departamento de Estado que se prolongó al menos durante dos décadas, según los archivos que divulgó la agencia esta semana en su página web. El intelectual, fallecido el año pasado a los 83 años de manera repentina, era visto por los funcionarios estadounidenses como un «destacado escritor comunista» con una larga historia «de relaciones subversivas».
Fuentes solicitó visas para entrar en Estados Unidos en varias ocasiones pero hubo instrucciones de retrasar las respuestas. El archivo publicado en su página de Internet, al que tuvo acceso Associated Press, es rico en pruebas que confirman que la agencia estaba atenta a los movimientos del escritor. Uno de los motivos por los que se le negó la entrada al país fue el hecho de haber pertenecido al Partido Comunista Mexicano.
En ese archivo se documenta con papeles internos y publicaciones periodísticas relativos a Fuentes y sus actividades. El primer documento, de 1962, informa sobre la invitación que recibió el escritor para debatir con el entonces subsecretario de Estado, Richard Goodwin, sobre la política de Estados Unidos con América Latina. En un cable se dice: «Hay instrucciones de Washington para retrasar (la respuesta) si presenta la solicitud y esperar más instrucciones». La prensa dio mucha cobertura al hecho de que le prohibiesen la entrada en el país, recortes de prensa que también están incluidos en el archivo.
Fuentes, que está enterrado en París, sí llegó a entrar en Estados Unidos aunque siempre en breves periodos de tiempo. En cierta ocasión le concedieron autorización para dar clases en universidades y el FBI estuvo al tanto de que tuvo una visa diplomática y un pasaporte oficial mexicano.
En un documento dirigido al director del FBI en 1970 se recomienda establecer fuentes e informantes para conocer cualquier «información pertinente sobre las actividades del sujeto». En esa época el mexicano impartía clases de literatura en Nueva York y Columbia. Continúa el texto: «Debido a la importancia de Fuentes como escritor, la publicidad que han recibido las negativas de visa previas y su relación con dos universidades de Nueva York, no es deseable una investigación activa en este momento».
El memorando, según AP, termina con una nota en la que señala que Fuentes ha tenido una «larga historia de relaciones subversivas y ha viajado a países (detrás de) la Cortina de Hierro y a Cuba», que ha sido descrito como «fuertemente antiestadounidense» y el propio escritor «asegura que se ha distanciado del marxismo en los últimos años».
Nacido en Panamá, el autor de Aura y La muerte de Artemio Cruz fue muy crítico con la política estadounidense y en sus inicios apoyó la revolución castrista en Cuba y la sandinista en Nicaragua. En 1996 se convirtió en profesor de la Universidad de Brown. Antes impartió, como catedrático clases de Español y Literatura Comparada en Princeton, Pensilvania, Harvard –donde en 1988 fue el primero en ocupar la cátedra Robert Kennedy, con cuya familia labró una estrecha amistad- y en Dartmouth.