Tres monolitos de Tenochtitlán cautivan a Matos Moctezuma
El arqueólogo y experto en los mexicas ingresará a la Academia Mexicana de la Lengua
La Piedra del Sol, Coyolxauhqui y Tlaltecuhtli tienen información riquísima acerca de mitos, combates, de nacimiento y muerte y de fertilidad de esa civilización, explica a La Jornada
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La incorporación del investigador y artífice del Proyecto Templo Mayor, Eduardo Matos Moctezuma (en imagen del 30 de octubre de 2008), a la Academia Mexicana de la Lengua es un estímulo más para esforzarse y realizar proyectos de investigación, expresa el arqueólogo a La Jornada. La ceremonia de ingreso se efectuará el jueves 14, en el Museo Nacional de Antropología, donde pronunciará su discurso El decir de las piedras, al cual dará respuesta el historiador Miguel León-Portilla
Ana Mónica Rodríguez
Periódico La Jornada
Sábado 9 de mayo de 2015, p. 2
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma (DF, 1940) ingresará el jueves 14 de mayo a la Academia Mexicana de la Lengua. Su discurso se titula El decir de las piedras, cuya respuesta estará a cargo del historiador Miguel León-Portilla.
La ceremonia de ingreso, que se efectuará en el Museo Nacional de Antropología (Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec), será un gran gran honor, porque esta academia tiene la finalidad de estudiar la lengua española que se habla y se escribe en México, por lo cual es una labor muy importante, expresa a La Jornada el profesor, investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Historia, ciencias sociales y filosofía.
Matos Moctezuma fue elegido el 26 de junio de 2014 y sucederá al filólogo y lingüista José G. Moreno de Alba, fallecido en 2013, en la silla 15, lo cual representa una enorme responsabilidad.
Además, añade, cinco personajes han ocupado este lugar desde finales del siglo XIX.
En su discurso, el fundador y artífice del Proyecto Templo Mayor se referirá a tres esculturas representativas de la civilización mexica, así como la relación que tienen entre ellas: la Piedra del Sol o Calendario Azteca, la Coyolxauhqui y Tlaltecuhtli.
Esta trilogía de monumentos “tiene información riquísima acerca de mitos, combates, de nacimiento y muerte y de fertilidad. Entonces, voy a analizar cada una y la relación que guardan entre sí.
“De esta forma –prosigue– retomo las referencias históricas y mitológicas que ubican al Sol como el dios Huitzilopochtli que, a su vez, combate con su hermana Coyolxauhqui, quien es la Lunam y ambos son hijos de la Tierra, es decir, Tlaltecuhtli. Así se entrelaza la relación mítica que refiere pormenores de cada una de las tres esculturas”.
Por ejemplo, con la Piedra del Sol, se subrayará la importancia del concepto del tiempo entre los mexicas, lo cual se observa en su parte labrada con las diferentes edades o soles por los que ha transcurrido la humanidad. En el centro de la escultura se encuentra plasmado Tonatiuh, con los 20 días que forman un mes, y en los extremos se observan dos serpientes de fuego que son las que trasladan al Sol por el firmamento, del este al oeste.
Escribe libro sobre Tlatelolco
El ingreso de Eduardo Matos Moctezuma a la Academia Mexicana de la Lengua es un estímulo más para esforzarse y realizar proyectos de investigación, asegura.
Además de la infinidad de reconocimientos que ha recibido, el arqueólogo dicta conferencias magistrales, realiza presentaciones de libros, escribe artículos especializados y en la actualidad prepara la publicación de tres libros.
Dos de ellos son para la serie Historia Mínima de El Colegio de México con los temas dedicados a los mexicas y la arqueología; y, por otra parte, trabajo en otro libro sobre Tlatelolco, adelanta.
Matos Moctezuma, quien enfatiza su pasión por Tenochtitlán y apoya las investigaciones que se realizan actualmente en el antiguo centro ceremonial mexica, también es integrante de El Colegio Nacional, la Academia Mexicana de la Historia, el Seminario de Cultura Mexicana y de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, entre otras instituciones.
Entre sus libros destacan Muerte a filo de obsidiana; Vida y muerte en el Templo Mayor; El Templo Mayor de Tenochtitlán; Excavaciones en la catedral y el sagrario metropolitanos: programa de arqueología urbana; El calendario azteca y otros monumentos solares (2005), en colaboración con Felipe Solís, y La muerte entre los mexicas.