Diego Luna: “Los dramas que hacen reír rompen el hielo y llegan más profundo”
La estrella mexicana aterriza en Sundance con ‘Mr. Pig’, su tercera película como director.
PABLO DE LLANO
México 22 ENE 2016
Hace tiempo que no se deja de hablar de la participación de Diego Luna en la próxima entrega de Star Wars, pero dentro de unos días se comprobará que el actor mexicano ha descubierto un universo paralelo: la cría de cerdos. “La porcicultura es un viaje”, dice en una entrevista en Ciudad de México antes de partir hacia Sundance, el festival de cine independiente en el que presentará fuera de concurso su tercera película como director, Mr. Pig.
Es la historia de la amistad entre el granjero Ambrose (Danny Glover) y un gorrino de fina genética. Una amistad que los lleva desde California a México en una furgoneta y que arrastra a la hija de Ambrose, interpretada por Maya Rudolph, en una aventura que profundiza tanto en las injustas relaciones entre humanos y animales como en las relaciones desajustadas entre padres e hijos.
Es un drama con mucho humor. Creo que los dramas que hacen reír terminan rompiendo el hielo y llegan más profundo”, reflexiona Luna, que subraya la lectura paternofilial de la película: “Habla de un padre y una hija que se reencuentran en la madurez y se dan una segunda oportunidad de conocerse”.
La trama arranca en California y se desarrolla en México, en el Estado de Jalisco. En el excéntrico periplo de un desgastado ganadero afroamericano al sur del Río Bravo, Luna ha encerrado un doble homenaje: “Es una declaración de amor a mi padre y a mi país”.
Otro regalo para el escenógrafo Alejandro Luna, cuya trayectoria ha sido reconocida en los últimos meses con el premio del Festival Internacional Cervantino y la Medalla Bellas Artes y al que su hijo atribuye el mérito original de su desarrollo artístico: “Me enseñó a ver las cosas desde un ángulo particular y me hizo testigo del proceso creativo. Me forjó primero como espectador y también como creador”.
En una entrevista en octubre con este periódico el padre de Luna admitía que no sabía demasiado de la saga de La Guerra de las Galaxias. El hijo objeta: “Mi papá tiene memoria selectiva. No se acuerda de todos los juguetes que me regaló”. El actor destaca un busto de Darth Vader que pidió por correo cuando era niño y estuvo esperando durante meses: “Era mi personaje favorito. Una vez que conoces el lado oscuro es difícil negarse a él”, bromea bajo un árbol que lo cobija del espéndido sol mexicano en el jardín de la distribuidora Videocine.
Pero lo que centra ahora su atención es la promoción de Mr. Pig, que se estrenará en los cines de su país el 18 de marzo. Escrita entre Luna y el guionista Augusto Mendoza y producida por Canana, sociedad que comparte con Gael García Bernal, la película se empezó a gestar hace cinco años en torno a la idea cómica de un granjero de Estados Unidos que cruza la frontera con un cerdo indocumentado para llevarlo a México, “buscando un lugar idílico para su ser querido”. Pero lo que iba a ser pura comedia fue dramatizándose según se desarrollaba, “adquiriendo más y más gravedad”.
Para la filmación de Mr. Pig se compraron cuatro cerdos en México y un entrenador de Estados Unidos los educó. Los cuatro aparecen en un momento u otro de la película interpretando al gorrino de Ambrose, aunque resultan indistinguibles. Al terminar la película los enviaron a un retiro de lujo, una granja de investigación donde pueden caminar y copular libremente, a diferencia de los que sufren el cruel encierro de las granjas industriales, estudiadas por Luna durante la preparación de la película. “Allí lo que hacen es masturbar a un cerdo semental con la mano de un hombre, generalmente siempre el mismo, e inyectan a las cerdas sólo con la cantidad necesaria, para no perder ni una gota de semen”.
Sundance será la primera prueba de su filme porcino. El mismo festival en el que presentó su primer largometraje, Abel (2010). Luna sostiene que Mr. Pig se adapta como un guante al enfoque del festival fundado por Robert Redford. “Creo que es una película que no se puede comparar con otras, una película que vive en su propio mundo. Y esa independencia es justo lo que festeja Sundance”.