El epistolario rilkeano
La Jornada Semanal
Rainer Maria Rilke (1875-1926) no sólo es uno de los grandes poetas de todos los tiempos, sino también el autor de algunas de las cartas más importantes de la literatura del siglo xx, como lo muestran sus Cartas a un joven poeta. A lo largo de su vida mantuvo una abundante correspondencia con diversos artistas y amigos, como Rodin, Tsvietáieva, Pasternak, Lou Andreas-Salomé, Marie von Thurn und Taxis y Rudolff Kassner. Algo de ello está traducido al castellano y disponemos también de las cartas que envió a Antoinette de Bonstetten (maestra aficionada a la jardinería y horticultura), la pianista Magda von Hattingberg, su amiga veneciana Adelmina Romanelli y Baladine Klossowska, pintora y madre de Balthus, y Pierre Klossowski. Sin embargo, por algún motivo siempre han quedado relegadas aquellas que escribió a su madre, Sophie Enz Rilke. Del volumen que recoge las cartas que le envió puntualmente en la víspera de Navidad, de 1900 a 1925, al parecer no existe nada en castellano.
Por otro lado, como advierten varios de sus biógrafos, tampoco hay que idealizar el vínculo entre el poeta y su madre, pues la relación con ella fue muy complicada. En una carta de 1894 a Vally (primer amor de Rilke), por ejemplo, la calificó como un “ser lamentable, ávido de placer”, dadas sus pretensiones aristocráticas, y en otras líneas a Lou fue aún más severo… Estas cartas de Navidad, como afirma Willi Bolle, “son profundamente ambiguas, pues dejan ver que durante un cuarto de siglo hijo y madre no pasaron una sola Navidad juntos, pero también el cariño que el hijo, a lo largo de ese mismo período, cada noche de Navidad, le dedicó a su madre”.
Con la traducción de las siguientes cinco cartas comienza a llenarse ese vacío.
Iván García
Cartas de Navidad a mamá
Rainer Maria Rilke