Lumaltok tiene tres discos y va por un cuarto; ha tocado en el Vive Latino y el Cervantino
Cantamos en tzotzil porque es nuestra lengua; somos gente común
Sus temas hablan de problemas que aparentan ser sólo de su pueblo, pero cuando los analizas están en todo el mundo, son globales, afirman los integrantes del grupo de Zinacantán
Elio Henríquez
La Jornada
Zinacantán, Chis.
La música y el ritmo del grupo de rock en tzotzil Lumaltok son suaves y a la vez vertiginosos, como la neblina, y con ello hace honor a su nombre.
Las letras de sus canciones, dicen sus integrantes, hablan principalmente de lo que ven en el pueblo, de la vida diaria y lo que son, piensan y escuchan; de problemas que aparentan ser sólo de este pequeño pueblo, pero cuando los analizas están en todo el mundo, son globales. De eso parten siempre nuestros temas.
Lumaltok (neblina en tzotzil) nació hace nueve años en Zinacantán (ubicado a 10 kilómetros de San Cristóbal de las Casas) y está formado por Zanate, vocalista y guitarrista, Sergio y Moisés, bajistas. Ha grabado tres discos, uno de ellos compilatorio. Son dos de 10 canciones cada uno y esperan grabar un cuarto este año. Se ha presentado en festivales como en el Vive Latino y el Internacional Cervantino, así como en muchos escenarios de Chiapas y de otras entidades.
–¿Por qué el grupo se llama Lumaltok?
Respondió Zanate: “Un día estábamos pensando qué nombre poner al grupo y con una lluvia de ideas nació el nombre de neblina. Queríamos algo fácil de decir y Sergio propuso Lumaltok. No pensamos que iba a tener un significado, pero así nació. Después nos dimos cuenta de que el nombre era parte de nuestro entorno diario.
Parte de la vida diaria en los Altos de Chiapas
–¿Su música tiene que ver con la neblina?
–Sí, la neblina forma parte de nuestra vida diaria en los Altos de Chiapas y de alguna forma nos inspira también, porque tratamos de transmitir nuestro nombre con nuestra música; por esa razón hacemos ésta en tzotzil y a nuestro estilo; la hacemos como queremos, nadie nos dice cómo.
–¿Qué busca Lumaltok al cantar en tzotzil?
–Como somos hablantes de esa lengua dominamos más el tzotzil que el español; cantamos en nuestra lengua, porque la dominamos más y somos gente común, no somos poetas ni escritores, sólo hacemos música.
–¿Componen sus canciones?
–Sí. Nosotros dos (Zanate y Sergio).
–¿Qué sueña Lumaltok.
–No sé. Seguir tocando, me imagino. Es lo que uno quiere como músico, pero es difícil ser independiente. Nuestro sueño es seguir tocando y no dejar la música nunca.
–¿Tiene futuro un grupo de rock en tzotzil en tiempos de globalización?
–Trabajamos en eso.
–¿Se puede ser exitoso tocando música en tzotzil?
–No estamos seguros, pero eso buscamos. El éxito depende de muchas cosas. A veces somos una de las bandas no muy valoradas, tal vez otros grupos tengan un poco más prioridad y credibilidad que nosotros, pero…
–¿Falta de promoción?
–Quizá sí, o no estamos en el gusto de la gente de ahora. Pero eso nos inspira a seguir.
–¿Qué tipo de rock tocan?
–De todo un poco: blues, rock clásico; lo que podemos, nada nos limita a un sólo género, sino lo que nazca. Eso hemos hecho durante nueve años, tocar lo que queremos. No interpretamos acústico ni trova, no va con nosotros.
–¿A qué aspiran?
–A crecer y tocar fuera ante la mayor cantidad posible de gente.
–¿Escucha su música la gente de Zinacantán?
–En los pueblos no se escucha esta música, sólo algunos jóvenes y algunos mayores, pero no hay difusión aquí. Menos para nosotros que la hacemos más ruidosa y a mucha gente no le gusta, no digo que a toda en Zinacantán. No hemos llegado mucho a nuestro pueblo. Una que otra vez nos hemos presentado aquí.
Aseguraron que les gusta la música tradicional que escuchan en rezos y ceremonias de Zinacantán, la cual es como meterse en trance un rato.
Para Enrique Pérez López, director del Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas, Lomaltok es distinto a otros grupos que tocan rock en tzotzil porque su música, su ritmo retoman conocimientos, palabras, elementos, lenguaje y la cultura de la lengua.
En entrevista, agregó: Su ritmo se aleja de la música autóctona de otras bandas que combinan una fusión. Lumaltok se mete de lleno a la música en tzotzil con un estilo propio.
El ritmo del grupo, concluyó, es como la neblina: suave cuando baja y vertiginosa cuando sube por el viento y envuelve todo el ambiente; es como un juego de armonía suave y un torbellino.