Gen humano para lenguas indoeuropeas

 

La Jornada
Washington.

La forma en que las lenguas indoeuropeas llegaron a hablarse desde el sur de Asia hasta las islas británicas ha sido objeto de debate entre investigadores durante décadas.

Ahora, la mayor investigación de ADN antiguo de humanos jamás realizada sugiere que la respuesta podría estar en una migración masiva de pastores de la estepa euroasiática durante la edad de Bronce, movimiento que comenzó hace 5 mil años en dirección oeste hacia Europa y también hacia al este, rumbo a Asia.

Vagheesh Narasimhan, coautor de un artículo sobre esa investigación publicado en la revista Science, señaló que la migración de poblaciones en los pasados 10 mil años es clave para entender los cambios lingüísticos y la transición de cazadores-recolectores a agricultores.

Ha habido mucho trabajo de ADN, así como arqueológico, sobre estos dos procesos en Europa, explicó este profesor invitado de la Escuela Médica Harvard, pero se conoce menos sobre estas transformaciones en Asia.

Un equipo global de genetistas, arqueólogos y antropólogos analizaron el ADN antiguo de 524 individuos de Asia central y el sur de Asia que nunca había sido estudiado, proceso que aumentó 25 por ciento el total mundial de trabajos de genoma antiguo publicados.

Mediante la comparación de esos genomas y los de restos hallados anteriormente y la ubicación de esa información en un contexto histórico mediante registros arqueológicos y lingüísticos, el equipo de investigadores pudo completar los baches que existían en la comprensión de esos fenómenos migratorios.

Un artículo de 2015 señalaba que las lenguas indoeuropeas, que constituyen el mayor grupo de idiomas en el mundo y del que forman parte el hindi-urdu, farsi, ruso, inglés, francés, gaélico y otros 400 más, llegaron a Europa a través de la estepa euroasiática.

Sin embargo, el camino de las lenguas protoindoeuropeas para llegar a Asia estaba menos claro. Una de las escuelas de pensamiento sostenía que las difundieron agricultores de la región de Anatolia, territorio que en la actualidad ocupa Turquía.

En el artículo de Science los investigadores indican que encontraron que los habitantes actuales del sur de Asia tienen poca o ninguna ascendencia que los conecte con los antiguos agricultores de Anatolia.

“Podemos descartar una propagación a gran escala de agricultores con raíces en Anatolia hacia el sur de Asia, lo que constituye la pieza central de la ‘hipótesis Anatolia’”, que sostiene que ese movimiento trajo la agricultura y las lenguas indoeuropeas a la región, precisó David Reich, otro autor del artículo, también de la Escuela Médica Harvard.

Al no haber ocurrido movimientos sustanciales de personas, es un jaque mate a la hipótesis Anatolia.

Nuevas pruebas

Existen dos nuevas líneas de pruebas en favor del origen estepario. Primero, los investigadores detectaron similitudes que conectan a hablantes de las ramas indoiranias y baltoeslavas de las lenguas indoeuropeas.

Encontraron que los hablantes actuales de esos dos grupos descienden de un subgrupo de pastores esteparios que migraron en dirección oeste hacia Europa hace 5 mil años, y luego se esparcieron en dirección este hacia el centro y el sur de Asia en los siguientes mil 500 años.

Otra observación en favor de esta teoría: surasiáticos que hablan las lenguas drávidas o dravídicas, principalmente en el sur de la India y el suroeste de Pakistán, tienen muy poco ADN estepario mientras los que hablan lenguas indoeuropeas como hindi, panyabí o bengalí tienen mucho más.

En cuanto a la agricultura, trabajos anteriores han encontrado que se esparció hacia Europa por medio de pueblos de ascendencia anatolia.

Otro artículo publicado en la revista Cell Press por muchos de los mismos autores describe el primer genoma de un individuo de la cultura del valle del Indo (IVC, por sus siglas en inglés), una de las mayores civilizaciones de la antigüedad, contemporánea con las de Egipto y la Mesopotamia.

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