Hace casi mil 370 años, el rey Pakal, de Palenque, mandó escribir en las escalinatas de uno de sus templos principales una historia de traiciones políticas, venganzas y poder. Los glifos narran desde el nacimiento del gobernante, hasta las guerras afrontadas y, por supuesto, su triunfo, incluido el terrible castigo que infligió al pueblo traidor.
El tiempo erosionó los relieves de la antigua escritura maya esculpida en la estructura, conocida hoy como Escalera Jeroglífica de la casa C de El Palacio, pero gracias al trabajo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que forman parte del Proyecto de Conservación y Documentación de las Colecciones Arqueológicas del estado de Chiapas, a cargo de la arqueóloga Martha Cuevas y el restaurador Benito Velásquez Tello, se recuperó la narración, sobre todo al encontrar un dibujo que se creía perdido, lo cual plantea una nueva lectura.
La novedosa interpretación histórica es fundamental para conocer más sobre la historia política de Palenque, en particular acerca de las constantes pugnas que los gobernantes entablaron con el linaje del reino de Kaanul en Dzibanché-Calakmul, durante gran parte del siglo VII dC, por el control de las planicies de Tabasco, principalmente de los señoríos que hoy se conocen con los nombres de Santa Elena, Moral Reforma y Pomoná, explica en entrevista con La Jornada el epigrafista Ángel Adrián Sánchez Gamboa.
La investigación fue una colaboración del INAH con el Museo Británico y con Google Arts & Culture (principalmente con las curadoras Claudia Zehrt y Ana Somohano, del Google Maya Project), instancias que ayudaron a digitalizar los primeros moldes de yeso de la escalinata que realizó el explorador británico Alfred P. Maudslay en 1891.
Con base en esas imágenes se hizo un modelo en tercera dimensión y se elaboró una réplica de la Escalera Jeroglífica que será colocada el próximo año encima de la original (construida en el año 661 dC) con fines de conservación y para que los visitantes observen cómo lucían los glifos hace 130 años, cuando los estudió Maudslay y se encontraban en mejores condiciones que en la actualidad.
El nuevo dibujo de lo que está inscrito en tres peldaños de la escalinata fue realizado por el epigrafista ucranio Yuriy Polyukhovych (con la colaboración de Sánchez Gamboa), quien se basó no sólo en fotografías antiguas, sino en los ya mencionados moldes de yeso de Alfred P. Maudslay (1850-1931), material que se encuentra bajo resguardo del Museo Británico.