La Jornada
Miles de casos de mujeres desaparecidas han quedado sin respuesta, sin justicia. La fotógrafa Mayra Martell se ha dedicado por 14 años a documentar espacios y objetos de algunas de estas jovencitas, a hablar con sus madres y hacer un registro que ha quedado en imágenes, videos, libros y diarios de vida.
Martell ofreció anoche la conferencia “El acto de extrañar” en el Centro de la Imagen, donde compartió el proceso del proyecto Ensayo de la identidad, sobre la desaparición de mujeres en Ciudad Juárez, su ciudad natal. El relato, acompañado de la proyección de imágenes de casi dos décadas, forma parte del festival Fotoméxico, dedicado a las mujeres en esta edición.
En 2005 comenzó a recuperar la imagen del centro de esta ciudad fronteriza al norte del país cuando notó la gran cantidad de carteles pegados, con el reporte de desaparición de niñas y jóvenes, fotocopias con el nombre y fotografía, un número telefónico para dar informes.
Comenzó a entrevistar a sus familias y fotografiar las habitaciones vacías, los objetos que esperaban su regreso. “Las madres me miraban largo rato y me hablaban de sus hijas. Me mostraban fotos, ropa. Nunca había visto tanto dolor en una persona. Como si extrañar a sus hijas desdoblara el presente en pasado, una y otra vez, como única manera de retener el amor”.
Luego, a también hizo entrevistas a presuntos asesinos y a recabar recortes de periódicos para documentar la forma en que la prensa, mucha amarillista, daba cuenta de los asesinatos. Un día, al investigar sobre una de esas niñas, también sufrió una agresión.
El exilio, la depresión, ver cómo han sido asesinadas madres que buscaban a sus hijas, entre ellas Marisela Escobar, personas y amigos cercanos a ellos, han sido parte de su experiencia, que compartió en el centro cultural ubicado en el centro histórico.