La Jornada
El libro Zapata, coedición de la Secretaría de Educación Pública, la Benemérita Universidad de Puebla y La Jornada, fue presentado en el primer día de la 41 Feria Internacional del Libro Palacio de Minería, por el periodista Hermann Bellinghausen y la curadora Yunuen Sariego, en una mesa moderada por Francisco García Noriega, coordinador de arte y diseño de la casa editorial.
Bellinghausen dijo llamarle la atención que Emiliano Zapata “todavía muerde y siempre muerde”. Recordó que el 20 de febrero se cumplió un año del asesinato “impune” de Samir Flores en Morelos. “Hablamos de los herederos directos del Caudillo del Sur y tenemos a un zapatista muerto. Eso no puede obviarse en la presentación, aunque sea un libro de plástica y gráfica, porque se trata de un asunto vivo en la vida de la sociedad mexicana y de los pueblos”.
Más allá del icono que es Zapata en el libro –por algo representa tantas cosas del héroe de la Revolución a lo largo de un siglo– “éste no ha dejado de estar vivo. De hecho, no murió, lo podemos ver. El XX es un siglo en el que Zapata siempre ha estado por más que los últimos gobiernos quisieran negarlo. Estuvo en los movimientos de Morelos, en las guerrillas de Guerrero y, por supuesto, en el levantamiento del Ejército Zapatista en 1994. No creo que haya una figura en México tan viva como Zapata, así como Benito Juárez que de alguna manera también está traicionado. Zapata ha vivido permanentemente traicionado. Por eso sigue habiendo protestas, levantamientos y muertos. El libro representa un poco la confirmación de esto”.
El volumen, continuó el articulista y columnista de La Jornada, “recorre por un lado la historia plástica de Zapata. Por fortuna no incluye al Zapata gay que tanto escándalo hizo, porque hubiera contaminado un poco la idea del libro. En la plástica siempre ha habido un interés real por Zapata porque es un arma. Un cartel de Zapata todavía tiene un significado subversivo. Mientras este país no cambie, que haya injusticia, mientras la tierra no sea de la gente, Zapata seguirá renaciendo y teniendo relevancia”.
Bellinghausen agregó que para La Jornada es un gusto presentar una imagen tan a la altura de Zapata. El libro es “una bonita galería de Zapata y de cosas acerca de él”.
Yunuen Sariego señaló que el volumen reúne obras tanto de “artistas consagrados como de jóvenes, desconocidos, urbanos, artistas que no están en el mainstream del arte. A lo mejor Zapata los haga también famosos”. En el recorrido “nos muestra que se han hecho muchos usos de la imagen de Zapata porque representa muchas luchas, no sólo la que encabezó que sigue vigente y no está concluida, sino otras tantas luchas. Por eso no muere”.
La curadora agregó que ninguno de los artistas invitados a participar en “Zapata vivo a través de la gráfica contemporánea”, exposición montada en 2019 en el Museo Nacional de la Estampa, desconocía su figura. “La lucha de Zapata ha derivado en otros muchos asuntos como la equidad de género y la defensa de la tierra desde la sustentabilidad”. La muestra en cuestión fue itinerada a Bogotá, Colombia, donde el 24 de febrero será inaugurada en la sede del Fondo de Cultura Económica Gabriel García Márquez.
Francisco García Noriega indicó que el libro presenta una amplia gama de imágenes desde los murales, la obra de Arnold Belkin y Arnaldo Coen; hay un apartado especial en blanco y negro de fotografías existentes del líder campesino facilitado por la Fototeca Nacional. El volumen cierra con un centenar de cartones proporcionados por los cartonistas. Incluye textos de Bellinghausen y Pedro Ángel Palou.