El País
El relato siempre ha vivido, al menos en nuestra tradición literaria, a la sombra de la novela. La magnitud de este último género siempre ha relegado al cuento a una posición casi de apéndice, de entrante ante el plato fuerte, que es esa obra plagada de páginas en la que el autor prueba su valía como un corredor de fondo. Sin embargo, el relato ha ido recuperando terreno, probando que el género corto puede ser tanto o más poderoso que su hermano mayor.
La tradición anglosajona siempre ha sido más equilibrada entre ambos formatos, con innumerables autores que pasaban de uno a otro con suma facilidad, y dejando notas de su genio en cada uno de ellos. Es el caso de John Cheever, uno de los grandes cuentistas del siglo XX, como nos muestran los relatos de La geometría del amor. Otro de los grandes cultivadores del género es Raymond Carver, que estableció un estilo que buscaba la evocación a través de la austeridad y lo no contado. Carson McCullers es conocida por su El corazón es un cazador solitario, pero sus cuentos se encuentran a ese mismo nivel de maestría. Y hablar del relato de las últimas décadas es también hablar de Alice Munro, entre cuyas grandes obras incluimos Mi vida querida, pero bien podría aparecer cualquier otra.
Continuadora de esa tradición, Lorrie Moore firmó con Pájaros de América uno de los libros de relatos más reverenciados de las últimas décadas. Incluso otros autores, más cercanos a la novela, han trabajado el cuento de forma brillante, como el caso de Ian McEwan, quien en sus primeros años entregó el volumen Primer amor, últimos ritos.
Alejándonos de la lengua inglesa, muchos también han sido los escritores que han encontrado en el relato un campo de juegos idóneo para sus intereses. El colombiano Juan Gabriel Vásquez lo ha hecho en varias ocasiones, con títulos tan redondos como Canciones para el incendio. Siete casas vacías, de la argentina Samanta Schweblin, es otra obra reciente del poder del relato. Y en España, uno de nuestros grandes cuentistas recientes es Marcos Giralt Torrente.