Rafael Calderon
La Jornada Semanal
Poeta notable, activista en defensa del ambiente y promotor cultural, Homero Aridjis (Contepec, Michoacán, 1940) ha sido también un versátil traductor cuyo trabajo está esencialmente recopilado en la ya famosa ‘Antología del primer festival internacional de poesía Morelia 1981’, resultado del festival homónimo que organizara con notable éxito ese mismo año. Aquí se rememora y se hace justicia a esa faceta de sus labor no tan conocida como bien se merece.
Por extraño que parezca, Homero Aridjis (Contepec, Michoacán, 1940), nunca ha reunido en un solo volumen los poemas que ha vertido a la lengua castellana. Y dicho volumen no existente se ha echado de menos, aunque esa labor iniciada hace poco más de cincuenta años esté muy bien representada en las páginas donde originalmente fueron publicadas sus traducciones, o por aquellas antologías de poetas traductores mexicanos donde han sido incluidos esos poemas trasladados al español, que han circulado bien hasta llegar a diferentes generaciones de lectores.
El énfasis en las traducciones de Homero Aridjis busca, sobre todo, invitar al lector a adentrarse en el singular universo de la poesía de autores extranjeros que lo acompañan en este viaje del reino de la poesía. Complemento exacto de una trayectoria que brilla con luz propia. Porque, sin duda, la máxima realidad de su encuentro con poetas y lenguas extranjeras sucedió en un momento clave de su vida. Fue, por lo mismo, el antecedente inmediato que le permitió dejar visible la huella perdurable de su estilo con la realización de la Antología del primer festival internacional de poesía Morelia 1981, donde incluye poetas vivos de entonces que él mismo invita a participar al festival en Morelia y, por lo tanto, termina traduciendo poemas de algunos de los participantes. Aridjis, al traducir a algunos de ellos, confirma su quehacer, pero deja así registro vivo de la poesía que entonces está leyendo al incluirlos en la antología que finalmente publicó bajo su cuidado.
Es importante para estos tiempos tener presentes sus traducciones, que ofrecen la extraordinaria posibilidad de leer a Dante y reconocer ese ingrediente que representa un puñado de versos traducidos por Aridjis de la Commedia, para gozar esos fragmentos con sus respectivas variantes; así como de t. s. Eliot, nos regala un goce de extraordinaria belleza con la metáfora encendida; por esto, memorable es la versión de La tierra baldía, seguida de “Estampa”; asimismo, Henri Michaux y su poema “Hacia la completud”; por lo mismo, tiene presencia Michael Hamburger y su poema: “Amante loco, dama muerta” de categoría única; continúa la travesía con una serie de poemas de w. s. Merwin; así como poemas de Tomas Tranströmer. Incluso, sigue a un autor sueco como Lars Forsell; así como el poema de Breyten Breytenbach, con el que se marca una presencia, aún por descubrir, en lengua castellana; continúa iluminando la senda con san Francisco de Asís: “El cántico de las creaturas”; se hacen presentes dos poetas franceses: Gérard de Nerval y Guillaume Apollinaire; también se registra la síntesis única de William Carlos Williams con su brevísimo “La carretilla roja”; finaliza este recorrido “La rosa enferma” de William Blake, un poema enigmático y de imposible belleza, con el cual nos lleva a reconocer esa poética más singular e innovadora de la poesía que traduce Aridjis en el tiempo y por el espacio de su misma trayectoria.
¿La tierra baldía es el único poema que traduce Aridjis? Por supuesto que no. Con el curso de los años, aquel antecedente registra que ese itinerario se enriquece por la huella que impregnan otros autores como parte de las sorpresas líricas y de las alegrías maravillosas que conforman con los años el corpus poético de sus traducciones.
Posiblemente la traducción más temprana sea precisamente La tierra baldía, aunque el autor más frecuentado y significativo es Dante, específicamente algunos cantos de la Commedia, y por eso considero que la lectura en su versión extensa se vuelve parte del homenaje: si leemos ese puñado de cantos como parte del goce y el reconocimiento de la voz, es verdad que uno encuentra visibilidad entre el orden de la lírica y es posible señalar que llega para quedarse como parte de un reconocimiento.
Primer Festival Internacional de Poesía, Morelia, 1981
Hasta la fecha, la pasión de traductor de Aridjis sigue siendo poco conocida, pero deja sentir un eco que se vuelve pasión y que bien podemos llamar parte del efecto logrado; sus traducciones son una porción de otras lenguas que llegan a la nuestra y, ya visibles en ésta, consiguen quedarse entre nosotros. Son poemas nuevos, una reinvención, tienen emanaciones de imágenes inesperadas. Asimismo, sirven para conocer la condición del que traduce y ese trabajo de carpintería o artesano, como la denominó Octavio Paz, confirma la labor emprendida. Esto, por el conjunto de poemas, muestra el magisterio de voces acumuladas para ir reconociéndolas: sucede con San Francisco de Asís, Dante, Henri Michaux y algunos otros que es preciso rastrear en páginas de distintas antologías publicadas en México.
Para ubicar las traducciones de Homero Aridjis hay que señalar que se encuentran, en primer lugar, en la legendaria y célebre Antología del primer festival internacional de poesía Morelia 1981, la cual corrió bajo su responsabilidad desde la selección, presentación, así como la noticia biográfica; dicha edición es el resultado del festival que se realizó con ese nombre en esa ciudad mexicana del estado de Michoacán. Ahí figura una rica variedad de traducciones de Aridjis como muestra brillante y determinada de su visión poética; leer a los poetas es parte de una síntesis entre el traductor y el poeta, es también la suma de su capacidad de convocatoria para traer a Morelia toda una pléyade de autores. Su obra propia es ejemplo dentro y fuera de su generación, y su otra labor corresponde a su paso por el Instituto Michoacano de Cultura (imc) como director fundador, en 1980, creado por el gobierno de Michoacán. Cabe recordar que bajo su responsabilidad el imc inició formalmente sus actividades y este instituto cultural se mantuvo en pie hasta entrados los primeros años del siglo xxi.
Aquel encuentro es el resumen de la actividad de la poesía contemporánea que inicia el cierre del siglo, con lo cual Aridjis muestra ser un poeta de referencia obligada para la tradición mexicana, capaz de generar confianza; por lo tanto, realizar esta justa literaria más allá de lo local para trascender el orden nacional y consolidarse él mismo como un organizador, pero a escala internacional.
En ese festival de Morelia participaron poetas como Jorge Luis Borges; Günter Grass; Eugenio de Andrade; Allen Ginsberg y Vasco Popa, además de poetas mexicanos como Alí Chumacero, Tomás Segovia, Marco Antonio Montes de Oca, y los de La Espiga Amotinada (Juan Bañuelos, Óscar Oliva, Jaime Labastida y Jaime Augusto Shelley), así como Ulalume González de León y Ramón Xirau; de los entonces autores de la poesía joven de México: Coral Bracho, Alberto Blanco, Víctor Manuel Mendiola, Verónica Volkow. Registra también, desde lo local, la participación entre otros de Ramón Martínez Ocaranza, Frida Lara Klahr y Gaspar Aguilera Díaz.
La Antología del primer festival internacional de poesía Morelia 1981 es una compilación que en sus páginas conserva tres escenarios: local, nacional y la presencia internacional (que podemos denominar como los poetas de lengua extranjera). Es una antología vigente, que no envejece ni tiene omisiones u olvidos ni fecha de caducidad. Los autores incluidos participaron en la ciudad de Morelia con sus lecturas, y para la Antología se recuperó una cantidad mayor de poemas leídos en las sesiones nocturnas, que tuvieron lugar durante una semana.
Tres poetas de aquellos que vinieron a Morelia conquistaron más tarde el Nobel de Literatura (el irlandés Seamus Heaney, después el alemán Günter Grass y, más reciente, el sueco Tomas Tranströmer), y uno de estos laureados es traducido por Aridjis.
Esa antología es la más brillante que jamás un encuentro de poesía ha vuelto a tener dentro y fuera de México, como resultado de un festival de poesía, por lo que las palabras de la presentación a la antología por Aridjis son al mismo tiempo el testimonio más directo de su discreta actividad de traductor:
Esta selección de los poetas que concurrieron al Primer Festival Internacional de Poesía, que se llevó a cabo en Morelia del 17 al 23 de septiembre de 1981, intenta ofrecer un panorama escueto de lo que se leyó en esa ciudad en las sesiones nocturnas que tuvieron lugar cada día durante toda la semana. Incluye, también, ejemplos de materiales leídos durante las sesiones especiales dedicadas a la Poesía Joven de México y la Poesía Michoacana. Participaron en total 28 poetas extranjeros procedentes de 23 países y 37 poetas mexicanos. Hubo cerca de 35 horas de poesía en voz alta, en 19 idiomas, leídos en lenguas originales por los poetas y en traducción por los lectores. Cada noche leyeron sus poemas seis o siete poetas, aproximadamente por media hora, aunque la última noche, la
del domingo 23, cada poeta leyó un poema. La mañana del sábado 22 fue dedicada a los poetas jóvenes de México, y la del domingo 23 a la lectura de los michoacanos. A la entrada del Teatro Morelos, donde se realizó el Festival, una librería especializada puso a la venta una sección de libros de poesía. Varios de los poetas extranjeros allí reunidos, y presentados en estas páginas, fueron traducidos por primera vez al español; otros eran conocidos apenas por pequeños grupos enterados de los movimientos de la poesía de nuestro tiempo. Posteriormente al Festival, muchos de ellos se volvieron nombres familiares en el ámbito de nuestras letras y el reconocimiento de su obra se ha ido profundizando a medida que se ha difundido en las publicaciones literarias de nuestro país.
* Cofundador de la revista PalabraPoesía ( 2006-2015), Premio de Poesía “Carlos Eduardo Turón” 2008. Es autor de Rayo de luz en tierra ajena (2003), La región de las sombras. Poemas 1997-2006 (2008) y Los nombres del silencio. Antología personal (2009). Ha sido incluido en antologías como Entre estas aguas. Poetas del Mundo Latino 2009, entre otras.