Entre la población indígena mexicana, el Covid-19 ha tenido una letalidad mayor que entre el resto de la población, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según un reporte publicado en el Boletín sobre Covid-19. Salud pública y epidemiología, de la Facultad de Medicina, de las personas indígenas contagiadas han fallecido 18.8 por ciento, frente a 11 por ciento de la población general que pierde la vida tras infectarse.
En el caso más extremo está Quintana Roo, con una letalidad de 36.4 por ciento –cifra que supera tres veces la media nacional–, donde muere uno de cada tres indígenas que se contagia.
A partir de las cifras oficiales sobre la epidemia en México, los investigadores Abril Muñoz Torres y Carlos Magis Rodríguez, de la UNAM, y Enrique Bravo García, del Instituto Nacional de Salud Pública, señalan que hasta el 20 de junio, 1.1 por ciento de los casos confirmados ocurrieron en población indígena y afectaron a 2 mil 4 personas.
De acuerdo con el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural, 214 grupos de población indígena y negra de 12 países de Latinoamérica han sido alcanzados por la pandemia, y la expectativa es que aumenten los casos en la región.
Nemesio Rodríguez, investigador de la sede Oaxaca del programa, quien participa en la realización de un mapa de los pueblos indígenas y negros de América Latina impactados por Covid-19, comentó que según información generada por organizaciones y movimientos de esas comunidades, a finales de mayo eran 148 grupos de 10 países los afectados por el nuevo coronavirus, pero en los siguientes 15 días se sumaron otros 66, dando un total de 214 para el conjunto de naciones de América Latina.
Además, en 47 de esos grupos se sigue reportando la propagación del virus.
Decidimos hacer un mapa de cómo se iba dando esta expansión y darle un tratamiento diferente al de los ministerios de Salud de América Latina, porque uno de los faltantes es precisamente esta variación étnica, dijo el especialista.
Estos grupos, explicó Rodríguez, son más vulnerables al virus por el abandono que sufren del Estado y porque los servicios que reciben en general son de última categoría: no cuentan con agua o tienen dificultades para acceder a ella; en los centros de salud no hay insumos ni la infraestructura requerida. Si no cuentan con elementos suficientes para atender los problemas normales, mucho menos en una estructura de pandemia.