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Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron una prueba capaz de detectar si niños de entre 0 y 10 años presentan una predisposición a sufrir enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2, en la edad adulta.
Berenice Palacios González, titular de la investigación que lleva a cabo la Unidad de Vinculación de la Facultad de Medicina en el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN), explicó que en 2015 comenzó a trabajar en la línea de diabetes gestacional, con el propósito de identificar en mujeres embarazadas una huella metabólica antes del diagnóstico del padecimiento.
“Descubrimos que en México no a todas las embarazadas les realizan la curva de tolerancia a la glucosa; entonces, en muchos casos no se diagnostica la diabetes gestacional y no hay control prenatal ni seguimiento neonatal. En consecuencia, no se registra de manera temprana a individuos con mayor posibilidad de desarrollar esta enfermedad en su vida adulta”, precisó la investigadora.
Palacios González subrayó que, según la más reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2018), en México tres de cada 10 infantes tienen obesidad, que los hace más propensos a afecciones como diabetes tipo 2, que, en población adulta, es la segunda causa de muerte, sólo por debajo de las enfermedades del corazón. Por ello, comentó, decidieron elaborar un estudio para detectar, mediante gotas de sangre, una predisposición.
“Comenzamos el proyecto este año, con financiamiento de la Fundación MAPFRE para la parte epigenética, y con la colaboración de Paola Vázquez Cárdenas, del Hospital General Gea González, donde tienen un grupo de mujeres que cursaron su embarazo con diabetes gestacional, a las que invitamos a participar y a llevar a sus hijos para identificar biomarcadores de riesgo de enfermedades metabólicas”, detalló la investigadora.
La prueba, explicó, es similar a un tamiz neonatal. Con una lanceta se obtienen tres gotas de sangre que se colocan en tiras de papel: con la primera se estudian marcadores epigenéticos; con la segunda, niveles de insulina y leptina; con la última, niveles de triacilglicéridos, glucosa, colesterol y hemoglobina glucosilada.
Para concluir, la acreedora a la Beca L’Oreal-UNESCO-Conacyt-AMC recalcó que, con la detección temprana y los buenos hábitos inculcados desde la niñez, tendremos una población adulta más sana. (Melisa Carrillo)