Jorge Cantu de la Garza (1937-1998)
Antes de partir
De amor, amor, nunca he escrito un poema.
He de hacerlo ahora pues me dicen que la muerte se aproxima
y sé que Amor amorosamente me ha tocado
como la aurora, con uno de sus rosados dedos.
*
No es sólo del joven que, apenas salido de la adolescencia
comparte hoy sus días con quien esto escribe
de quien escribiré. Si hablo en singular
es porque todo el amor es uno
y de ello pongo a cualquier hombre por testigo.
*
Fui al pozo del limo con mi cántaro vacío
infinitas veces, como amanece.
Y siempre fue, como la primera vez,
la inauguración del Universo
con sus arreboles y huracanes
llenos de siempres, nuncas, vida mía.
Y luego había que partir, dolorosamente.
Recuerdo tantas despedidas.
*
Ven, amado, y contempla el ejército
de ángeles que te precede,
ven y mira cómo sobrevivieron
aunque ellos, igual que tú, que yo,
pensaron que el fin de nuestro amor
era el fin del mundo.
Toma ejemplo, amado, para que vivas
cuando yo te falte.
*
Cánceres, escorpiones, acuarios, sagitarios
nadando en la pecera de mis sueños,
como el joven obrero aquel, en Guayaquil,
que una noche me llevó a su cuarto de madera
donde bajo una débil bombilla, sobre la duela,
había una sábana por cama
y en la pared un clavo por guardarropa de su atuendo.
Qué limpia su pobreza, qué amorosa su hospitalidad,
tanto, que me avergoncé del hotel de lujo
a donde aquella noche yo regresaría cargado
de sucres que no necesitaba y que le di
– para que te compres una camisa que te recuerde al mexicano –
le dije para vencer su resistencia al pago que tranquilizara
mi conciencia por su pobreza inmerecida y mi opulencia,
también inmerecida.
*
O como aquel japonesito brasileño que una noche
de cachaza en Belo Horizonte me acompañara al hotel
y más tarde, por la mañana,
al aeropuerto, donde nos despedimos
como amantes de mucho más que unas cuantas horas, como amantes
verdaderos que se despiden llenos de promesas,
para siempre.
*
Géminis, virgos, aries, libras
de Los Angeles, de México, Caracas, Bogotá,
Lima, Río, Buenos Aires, Madrid, Sevilla o Monterrey,
apurados en la certeza que da la partida inminente,
la seducción irresistible de lo efímero,
la libertad irrenunciable del anonimato.
*
La barbarie en que creciste, amado,
no podré borrarla jamás de tu memoria;
los saltos de tu madre y sus golpes en el vientre
para que no nacieras me duelen más que a ti.
Después de nacido, te dicen, fuiste el mejor,
el bienamado. Y sin embargo,
quién sino yo con mis manos torpes
podría tranquilizar tus noches inquietas,
tus pesadillas de horror.
*
En cierto modo, nuestras infancias se parecen,
sólo que de la mía me separa un medio siglo
y he aprendido a olvidar – o casi.
*
Cómo te amo.
*
Sé que también tuviste por años un amor prohibido,
que no sabías que era amor ni que era prohibido.
Cómo te envidio.
Yo nunca tuve un hermano así.
_____
Xorge M. González (1952-1997)
Ritmo
Fueron los meses de beber Villaurrutia
con las voces del poder de los relojes
Tus iconos lamían la noche
la luna
del espejo ágil se alejaba
Aprendí la distancia
los bosques
la selva aún miedosa
dibujó un cuerpo
Dijo adiós
aquel 6 de diciembre de álamos.
_____
Estos cantos
desenvueltos entre estrellas
declinando días
por los montes que no dicen
y desgarran la mirada
esas nubes de letras
esos bosques antiguos
te dibujan
*
Pudiendo precisar la luna
en una cama sola
veo esas inmensidades
silenciosas ahora
Canto
otros ojos
otras manos
– éstas que juegan con el aliento
de los gestos
*
Entre una naranja y risas
– tan viejos como el amor –
las calles de la ciudad
por donde siempre he andado.
_____
Caminata
Me pusiste en la calle soledad
fui tus pasos y tu historia
fui los encuentros con las verdades de todo precio
Me pusiste en la calle soledad
y me encontré con mis hermanos.
_____
Aún se podrían guardar otras cosas
entre esas papeletas que algun vez dijeron
las cuerdas de tu guitarra
los platos cansados
los regalos de cumpleaños
que pasamos narrando soledades
poemas sin esperanza de ser leídos
La habitual plática de tus presentaciones
y otras noches no olvidadas
*
La traición de la rentera
– y de la piadosa amiga –
nos had pedido nuestra intimidad sola
de algunos miles de pesos
para dejarnos
– sin saberlo –
más juntos.
_____
Amargos pasos gritan la noche;
bailan en el abierto estómago,
llave del dolor
de la espera del amanecer
de besos y frutas y ojos;
beben los faunos.
*
Me desnudaron no sé ni día ni hora
bajé
con la misma soledad de Isthar
a beber los presagios de divinidades
telúricas.
*
No sé ni día ni hora
en mares de luz
aparecieron los rostros míos.
_____
Antonio García (nace 1956)
Des
nudo
estoy
en
el
umbral; ven,
tu cuerpo ansioso
de la ternura
y frenesí, de
la locura de
mis manos,
a tientas,
a ciegas te
traerá por el
camino sin reclamos.
“Ven”. Sólo otra vez,
yo te digo:
“Ven.
Aquí
espero.”
Lo sé
– y házle
como quieras
– vendrás
tu cuerpo a
compartir conmigo.
_____
Estatua en paraiso
Y los esperamos
se confundieron en el mismo instante
Luego vino Luego queso
Vino el beso
Vino el yeso y quedó tieso
descansando en la llanura amplia
de su vientre amado, de su vientre dueño
Petrificado
Esbozando una sonrisa quieta
desde el sueño-vuelo de su pedestal eterno
Esbozando una sonrisa quieta desde su alma
que pasaba aquel invierno.
_____
Cucaracha’s Inn
Cucaracha en
pared muerta envuelta
pobre
de mí y de ella no
hubo comida
está suspendida es pera
espera
su tiempo es pera
el tiempo es perra
y espera
tocar el cielo
y nuestros huesos.