La novela de PETER HANDKE, La tarde de un escritor, me quedó sin comentar desde noviembre de 2018, así que hoy quiero hablar de esta novela corta del escritor alemán nacido en 1942 en Austria. Además, él es director de cine y guionista.
Varios sucesos marcaron la vida del autor: su madre se suicidó, sus tíos murieron en la guerra y tuvo que sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial y a un internado. Se dice que presenta influencia de Kafka y Goethe, entre otros. Además, sus novelas posee una base autobiográfica.
El camino era amarillo, toda una alfombra de hojas de alerce. Una hojarasca que, a pesar de cubrir los zapatos en algún recoveco, estaba tan suelta que al pisarla se dispersaba hacia los lados. Sobre el asfalto se habían formado tales surcos que parecían meandros. Durante las últimas horas transcurridas en casa, a medida que fue quedando en silencio todo cuanto le rodeaba, el escritor empezó a sentirse acosado por la obsesión de que ya se había acabado el mundo y él era el único superviviente…
Al escritor le acometió la nostalgia —palabra que aún seguía siendo válida después de todos esos decenios— de vivir de nuevo en una capital extranjera, donde sabía, aun cuando anduviera solo, que en este o en aquel distrito del centro o de las afueras vivía gente, cada uno a su manera, ocupada en las mismas cuestiones que él y en busca de lo mismo; no había querido conocer a sus dobles, únicamente compartir con ellos el suelo que pisaba, el aire, el tiempo, la aurora y la caída de la tarde.
En sus sueños de juventud, la literatura era para el escritor lo más libre de un país, y esa idea fue su única salida para escapar a la vileza y sumisión diarias y poder sentir el orgullo de ser un igual, como les sucedió probablemente a muchos más. Y ahora todos ellos estaban metidos —o ésa era su impresión— en el más despótico de los países pequeños, y vivían o bien vagamente aunados por una suerte de camaradería, o bien desperdigados y odiándose a muerte, y todos ellos —corrompidos hasta los más rebeldes y convertidos en diplomáticos en poquísimo tiempo— se dejaban dominar por una policía que, ciega para la empresa y con más voluntad de poder que capacidad de discernir, sabía manejar su presa con un despotismo tanto mayor cuanto que, de puertas afuera, ofrecía la imagen de unos hombres honrados y caritativos.
La tarde del escritor de Peter Handke es una novela corta, pero intensa, que narra sobre el proceso de escritura y sobre un escritor que se aisló tanto para escribir que no puede hallar la manera de volver al mundo. Además, se siente atrapado por el mundo literario, con sus críticas y con sus presiones. Y se da cuenta que escribir sobre el amor no es amar.