15 Sonidos negros 16
José Cueli
“Un día
los caballos vivirán en las tabernas y
las hormigas furiosas
atacarán los cielos negros que se
refugian
en los ojos de las vacas.
Otro día
veremos la resurrección de las
mariposas disecadas
y aun andando por un paisaje de
esponjas y barcos mudos.
Veremos brillar, nuestro anillo y
manar
rosas negras de nuestra lengua.”
Fantasía de Federico que anuncia nuestro fatalismo.
Sólo pensamientos negros esta semana, tan negros e invisibles, como el Covid inmortal. Sólo afiladas gargantas ulcerosas, que manan cintas negras. Semana patria que confronta con el desamparo original entre pesares y recuerdos ahogados.
La República Mexicana mientras tanto, ay, enfrenta su propia muerte, frente al fantasma del riesgo del cambio climático y tecnológico que se olvida del ser. Días tristes de respiraciones más negras. Ahogos que gimen ecos de fracaso y enfrentan a lo irrepresentable de la muerte. Muerte que se canta quejumbrosa a los dioses y ofrece la vida como tributo a su omnipotencia.
Silencioso está el mundo reflejado en el terror que penetra por las pieles en infernal abrazo que cautiva con el espectáculo único de la destrucción. Sollozante ritmo de pesados lamentos que agoniza en intensas penumbras y paisajes desolados. Sólo serpientes invisibles virales que destruyen la humanidad y regresan a la naturaleza impura como quería el poeta granadino, al llegar a Nueva York.
Nuestra mexicana vida mágica marcada por su enemistad con lo lógico. La vida convencional y el método tienen otra manera de ser, de reaccionar, de definirse. La eficacia del a destiempo; es decir, del no pensar al mismo tiempo la fuerza y el lugar. Esa ilógica que sustituye unas palabras con otras, hasta encontrar la expresión que se dé fácilmente en el ritmo de la poesía de lengua española.
Ese destiempo que no se puede aprehender, lo inefable, lo inasible. El habla anterior a las palabras –añadida al lenguaje hablado– y otros lenguajes. Para dar al lenguaje del habla su eficacia hechizadora integral. Magia que no puede darse en el lenguaje habitual y al escribirse lo será en sentido contrario. Como la vida encerrada este año, que no puede seguir una lógica, una convencionalidad y es sólo ilógica, lenguaje escondido, misterioso, perverso, desconocido
“Mientras tanto,
ay, mientras tanto…
ha de gritar loco de fuego
ha de gritar loco de nieve
ha de gritar con la boca llena de
excremento.”
Como quería Federico García Lorca.