A ocho columnas, “reflejo vigente sobre el poder y la manipulación de los medios de comunicación”
Ana Mónica Rodríguez
La Jornada
Grabada en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, con cuatro cámaras, la obra A ocho columnas, es un reflejo vigente sobre el poder y la manipulación de los medios de comunicación, pero adaptada desde la óptica de la farsa y el humor.
La obra de Salvador Novo, con adaptación y dirección de Fernando Bonilla, se presentará en formato vía streaming, el 24 y 25 de octubre, luego de haber suspendido debido a la pandemia, su tercera temporada que iniciaría en el Teatro Helénico.
Ahora, los internautas observarán teatro hecho cine, el cual llegará hasta a la pantalla de los hogares. Es como una película inspirada en el cine de la época de oro, muy divertida, con un melodrama que recrea el estilo que conocemos de la década de los 50, expresó el productor Jerónimo Best.
A Ocho Columnas, tuvo un atractivo giro para la transmisión en línea. Es una especie de película con guiños al cine de oro mexicano y sátira política; habla sobre el periodismo, la corrupción y las intrigas; sin duda, estamos viviendo momentos inusitados respecto a la tensión existente entre el gobierno y este gremio; se enfrentan a un cambio de paradigmas y a una nueva manera de informar o desinformar a la sociedad, expresó Bonilla.
El director subrayó: Este montaje lo sentimos muy latente, pertinente; porque habla sobre la historia del periodismo en México; incluso plantea sobre la conveniencia de esparcir y contagiar la duda, es decir, preguntarse de dónde viene la información que recibimos; y a partir de esta desconfianza, se propicia escuchar otras voces y opiniones. En este sentido, la obra cobra nuevos significados y lecturas.
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? Los actores Sophie Alexander-Katz y Luis Miguel Lombana, parte de la obra teatral.Foto Cortesía de la producción
En el elenco figuran Luis Miguel Lombana, Sophie Alexander-Katz, Pedro de Tavira Egurrola, José Carriedo, Alondra Hidalgo y Arnoldo Picazzo, quienes se integran a la historia de un joven reportero que obtiene un trabajo en El Mundo, el mejor periódico de México.
En la trama, el novato aprende que en ese mundo los valores morales no existen, que tendrá que elegir entre una carrera próspera y su integridad ética, entre el amor y el poder, entre la riqueza y el honor; pero ésta deberá ser una decisión rápida, porque tras él hay otros dispuestos a aceptar la oferta.
La acción se desarrolla en la antesala de la dirección del periódico diseñada con realismo de época situada en los años cincuenta por Elizabeth Álvarez, con iluminación de Tenzing Ortega y el diseño de vestuario es de Estela Fagoaga.
Pedro de Tavira dijo: “Esta es una gran oportunidad para este montaje, la forma en la que se decidió grabarlo, así como de retomar una pluma muy olvidada como la de Salvador Novo; aquí se verá el génesis de lo que ahora son fake news, en cómo se manipula; nos va a divertir y enseñar de manera jocosa, lo que significa ser mexicano citadino, a la par, que muestra cómo se creó la relación prensa-gobierno que nos gobernó durante casi 70 años”.