El químico, investigador y premio Nobel mexicano, Mario Molina, murió este miércoles a los 77 años, según informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó este miércoles del fallecimiento del Premio Nobel de Química 1995 Mario Molina.
A través de un mensaje difundido en sus cuentas de redes sociales, la Universidad lamentó el deceso de quien llamó un distinguido Universitario.
Por su trabajo sobre la capa de ozono, fue uno de los pioneros en investigar la química atmosférica. Apoyó el trabajo para atacar la contaminación del aire en la Ciudad de México e impulsó estudios sobre cambio climático.
Desde el Centro Molina, que este día informó también de su fallecimiento, el Nobel se enfocó en investigaciones sobre la calidad del aire, cambio climático, transporte y temas energéticos. Reconocido internacionalmente, fue asesor de los presidentes estadounidenses Barack Obama y Bill Clinton en temas de calentamiento global.
Entre las investigaciones más recientes en las que participó, esta una relacionada con la propagación del covid-19 a través de los aerosoles que permanecen en la atmósfera.
De acuerdo con la semblanza del Centro Molina nació en la Ciudad de México en 1943. Ingeniero químico egresado de la UNAM, realizó estudios de posgrado en la Universidad de Friburgo, Alemania y recibió un doctorado en Fisicoquímica de la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos. Fue profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en el periodo 1989-2004.
Molina fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias y del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, y durante ocho años fue uno de los 21 científicos que formaron parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del Presidente Barack Obama; previamente había estado en el mismo Consejo del Presidente Bill Clinton.
Fue uno de los principales investigadores a nivel mundial de la química atmosférica, coautor, junto con F.S. Rowland en 1974, del artículo original prediciendo el adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos gases industriales, los clorofluorocarburos (CFC), por el que obtuvieron el Premio Nobel de Química.
Asimismo, sus investigaciones y publicaciones sobre el tema condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, el primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global y de origen antropogénico. Molina siempre destacó la cooperación internacional en esta materia, como ejemplo ante las negociaciones internacionales de cambio climático.
Recientemente era investigador de la Universidad de California en San Diego, donde formó parte del Departamento de Química y Bioquímica y del Instituto de Oceanografía SCRIPPS, una de las instituciones líderes en la investigación de los fenómenos asociados al Cambio Climático.