Médico y enfermera murieron en un mes.

YHADIRA PAREDES

XALAPA

La pandemia por el COVID-19 acabó con la vida, con apenas un mes y una hora y media de diferencia, del matrimonio conformado por la enfermera Cuquita (María Francisca Herrera Chiquito) y el doctor Víctor Rivera, lo que da cuenta que la pandemia puede atacar a cualquiera y dejar un dolor irreparable en la vida de quienes se quedan.

Sus hijos, Nayeli y Víctor Rivera, con las urnas de sus padres en sus manos aseveran que si bien la tristeza por la pérdida de ellos es grande, no guardan ningún sentimiento negativo contra la población, incluso contra aquellos que no se cuidan contra el COVID-19.

El médico del CAE Dr. Rafael Lucio falleció el pasado 8 de septiembre y la enfermera el 9 de octubre.

“Ahora que todos sabemos que de alguna u otra manera nos ha atacado el virus, esto no pasaría si no se toman las medidas, hay que empezar a ser responsables con nosotros, hay cosas que los médicos no pueden hacer por más que quieran, por más que lo intenten”, dijo Nayeli.

El sistema de salud, dijo, no puede hacer nada si no se empiezan a respetar las medidas de prevención.

“No pasa nada si no celebras hoy tu cumpleaños, no pasa nada si hoy no sales, si buscas alternativas para respetar las medidas, esa va a ser la diferencia entre que alguien pueda enfermarse y contagiar al personal de salud”.

Los hijos de estos trabajadores de salud aseguraron que no guardan ningún tipo de rencor con las personas, toda vez que es una situación que le puede suceder a cualquiera. “Estamos conscientes de que es una epidemia, no es algo intencional”.

Sin embargo, hicieron un llamado a acatar las indicaciones de las autoridades de salud para evitar la enfermedad, pues las consecuencias son muy complicadas.