Karla Cancino
Diario de xalapa
Guadalupe Murillo adelantó la cita que año con año tiene con Rubén Carlos, su difunto esposo , en el panteón Bosques del Recuerdo. Esta vez, la pandemia del Covid-19 y el cierre del cementerio no permita que haya comida familiar en la tumba el día 2 de noviembre, pero en casa se le recodará con un caldito de camarones.
De pie junto a la tumba del hombre que fue su compañero de vida por 39 años, la mujer asegura que, a siete años de su muerte, la ausencia de su esposo sigue pesando como el primer día . Cuenta que un fallo general de órganos le quitó la vida un 24 de diciembre de 2013, tras haber pasado un par de días hospitalizado.
La tragedia de no poder despedir al familiar en los panteones
Un día después, mientras miles de personas celebraban la Navidad, ella y su hija llevaron a enterrar a Carlos, un hombre inteligente, bondadoso y tan generoso que tenía entre sus pertenencias decenas de pagarés que nunca cobró a amigos y conocidos que le pidieron dinero. “Era un hombre maravilloso y la verdad es que cada día desde que se fue doy gracias por haberlo conocido”, señala Guadalupe Murillo.
Es medio día en el panteón ya lo lejos se pueden observar a varias familias que llegan a visitar a sus muertos, a limpiar sus tumbas ya colocar flores anaranjadas y rehiletes de colores. Un grupo de trabajadores se ofrece a ayudar con los trabajos de limpieza y subir cubetas de agua; tras varios meses de inactividad extrañan el movimiento diario de este sitio.
Mientras limpia su tumba y busca la manera de sembrar las plantas de cempasúchil que tiene ya listas para adornar el espacio, Lupita cuenta que a su esposo lo conoció aquí en Xalapa cuando ambos cursaban la licenciatura. Tras 13 años de noviazgo se casaron y vivieron 24 años más como esposos.
Ya siendo jubilado, la salud de Rubén Carlos comenzó a deteriorarse. La mala alimentación provocó que desarrollada diabetes e hipertensión y aunque sobrevivió a dos infartos su páncreas no soportó y la muerte le sobrevino a los 56 años. Desde entonces Lupita y Karla, la hija de ambos, lo recuerdan en estas fechas.
“En su altar le vamos a poner su cerveza y su licor que le gustaba y por lo que murió, pero también su comida. Le voy a preparar su caldito de camarón ya lo mejor unos tamales porque cuando se trataba de comida él nunca despreció nada, nada, nada (…) eso fue lo que se lo llevó porque estaba relativamente joven cuando murió ”, lamenta la mujer.
Aunque su hija no pudo acompañarla, Lupita intenta dejar la tumba lo mejor posible y se toma el tiempo de buscar que las letras de la lápida sigan visibles y que se pueda leer el mensaje de amor que le escribieron ambas al esposo y padre.
Han sido años muy difíciles sin él porque la ausencia sigue pensando, sobre todo porque teníamos planes para envejecer juntos pero las cosas fueron así
Señala Lupita
Luego de dejar lista la tumba se irá a casa. Ahí ya están listas las flores y la ofrenda que va a colocarle a su Carlos para esperarlo en familia el 2 de noviembre.
De acuerdo a la autoridad municipal, el panteón Bosques de Xalapa se mantendrá abierto en su horario normal hasta hoy y posteriormente será cerrado durante mañana y el 1 y 2 de noviembre, a fin de evitar aglomeraciones de personas y con ello disminuir el riesgo de contagios por Covid-19.