Isabelle Lévesque es una poeta y crítica literaria francesa. Colaboradora de la revista Quinzaine(s) pour la poésie contemporaine.
Obtuvo el Premio Internacional de Poesía Francofona Yvan Goll 2018 por su libro Voltige! (L’herbe qui tremble, 2017), pintura de Colette Deblé, epílogo de Françoise Ascal. Sus libros más recientes son Le fil de givre, con pinturas de Marie Alloy (Al Manar, 2018) y Chemin des centaurées, pinturas de Fabrice Rebeyrolle (L’herbe qui tremble, 2019)
**
En el acordeón, esta respiración inesperada. Ni una voz, ni un suspiro, lo ínfimo y la certeza azul. Yo consagro a tu ligereza como reina de los prados, promesa clausurada por un tiempo – ella ofrece el asiento desnudo de su corola, oro rodeado de espinas. Para ti la atracción vegetal de un mundo desconocido, abril y su brisa, abril y su curso. La madera viva no se eleva, nos ata a la suerte del arca.
**
Este siglo de ogros tiene que temer
si tornas el peligro en la palma de tu mano
– ¿un dado? Unas pocas flores, pétalos marchitos,
tu mano los hace rodar húmedos. Suerte malograda,
yo aún quisiera. Tus labios,
la noche súbita como un deseo
(boca del oráculo).
Una vez fue fuerza de hielo.
Turbación de hadas venidas a sellar el anillo de las flores.
Ya no sueño. La marcha es tuya,
pálida sombra de nuestros pasos entrelazados.