La Jornada
El hallazgo de los restos de dos niños asesinados en el Centro Histórico de la Ciudad de México, la broma “desproporcionada hacia un joven de escasos recursos, hecha por sus compañeros”, estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria número 5 de la UNAM, y “el desdén de muchas personas a las medidas de prevención sanitarias”, reflejan, “en distintos niveles, una espiral de deshumanización y crueldad en nuestra sociedad”, señaló la Arquidiócesis de México.
En la editorial que publica hoy en el semanario Desde la Fe, su órgano de difusión, expuso que mirar estos hechos “con indiferencia es la clave para que un día nosotros seamos igualmente víctimas de ellos. Hacer algo al respecto es urgente, inaplazable, y uno de los aspectos prioritarios, si es que se quiere garantizar un mejor futuro”.
Indicó que estas situaciones “tienen múltiples y muy complejas causas, pero sin duda, en el centro, lo decisivo es el amor. Donde hay violencia existen corazones lastimados que no se han sentido suficientemente amados, o no se han dejado amar, o han desvirtuado su experiencia del amor”.
La Iglesia que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes, resaltó que la violencia social “normalmente inicia en el seno de las familias y los hogares, y es consecuencia de la falta de profundidad en los vínculos, el abandono en el que viven muchos niños, adolescentes y jóvenes”.
Señaló que “ante esta creciente deshumanización, más que lamentarnos por lo que no podemos cambiar, hemos de apostar por acciones que sí estén a nuestro alcance, desde la realidad y circunstancias en las que cada uno nos desarrollamos”.
En el hogar, expuso, “es necesaria una apuesta decidida de los padres para fortalecer la educación en los valores, y de los adultos en general para asumirse como mentores de las nuevas generaciones”; mientras que en las instituciones educativas “es importante inculcar la concientización para denunciar todo aquello que represente violencia, pero también la enseñanza para manejar la frustración y el estrés ante las situaciones adversas”.
Por su parte, añadió, el gobierno “debe apurar la generación de oportunidades de desarrollo y trabajo, en especial para los jóvenes”.
En tanto, en la misa de mediodía que celebró el cardenal Aguiar Retes en la Basílica de Guadalupe, se oró por los que gobiernan para que “rijan a sus pueblos pensando en la paz común y en el bien y la prosperidad de sus súbditos”.