Según la leyenda el origen del culto a la virgen de Ocotlán (Lugar de los ocotes) se remonta a 1541, año en que la virgen se le apareció a un indio llamado Juan Diego Bernardino y, además de hacer brotar un manantial de aguas curativas con las que se eliminó la peste que por esos años azotaba a los pobladores de …
Asentada sobre la cima de un cerro se encuentra esta joya, que fue levantada entre los siglos XVII y XVIII. Es una de las más bellas muestras del barroco poblano-tlaxcalteca.
El templo se edificó para obedecer el mandato de la Virgen que se apareció en 1541 a un indígena llamado Juan Diego Bernardino. Su fachada, de estilo barroco estípite, presenta un rico trabajo de argamasa que forma una especie de concha donde preside la Virgen, San Francisco de Asís y los siete Arcángeles.
Está enmarcada por dos bellas torres con base de ladrillo y cuerpos de argamasa. En su interior descubrirá en el presbiterio una maravilla dorada en retablos barrocos, la mayoría ejecutados en el siglo XVIII por el indígena Francisco Miguel Tlayotehuanitzin, y pinturas que narran la aparición de la Virgen.
No deje de visitar el Camarín de la Virgen, que es también una bellísima obra barroca hecha por el mismo artista.