El 12 de octubre de 1976 el culto a la Virgen de Guadalupe vio terminada la construcción de su máximo templo a nivel mundial: la Basílica de Guadalupe (nombre real: Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe) ubicada en el norte de la CDMX muy cerca del Cerro del Tepeyac
Basílica de Guadalupe
Basílica de Guadalupe y Tlatelolco
Edificios principales
La capilla del cerrito es la parroquia donde se recuerda la primera aparición de la virgen de Guadalupe. En su interior destacan los conmovedores frescos que narran la historia de las apariciones de la virgen.
El Cementerio del Tepeyac es el más antiguo de México, que data de 1740 y aún se encuentra en actividad. En él reposan los restos de numerosos personajes ilustres del país.
La Antigua Basílica de Guadalupe comenzó a construirse en 1695. A raíz de las remodelaciones que sufrió a principios del siglo XIX el interior presenta un estilo neoclásico. El edificio corrió riesgo de hundimiento, por lo que en 1979 comenzó un proceso de recuperación y en 2000 el templo reabrió sus puertas. En su interior guarda pinturas y vitrales de gran valor artístico.
La Nueva Basílica de Guadalupe comenzó a construirse en 1974. Las dificultades edilicias de la antigua basílica y el crecimiento del culto a la virgen de Guadalupe fueron los motivos por los cuales se decidió erigir un nuevo edificio, de grandes dimensiones que pudiera albergar la imagen de la virgen y recibir de manera segura la gran afluencia de fieles.
La nueva basílica es un moderno edificio de hormigón con techos de cobre, que al haberse oxidado le confieren un característico color verde. Destacada por sus impresionantes dimensiones y su forma circular, que permite observar la imagen de la virgen desde todos los puntos del interior.