9 de enero de 1921-2021: Conmemoración del centenario de la ordenación episcopal de San Luis Versiglia |
Escrito por En Familia MEM
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Sábado, 09 de Enero de 2021 |
1920: Al l iniciar la Cuaresma el Padre Versiglia envió a sus hermanos en la misión, un panfleto en el cual sintetizó su pensamiento respecto a los cinco puntos que hoy son considerados como “los 5 mandamientos del misionero”: 1. El misionero que no está unido a Dios es un canal que se desprende de la fuente. 2. El misionero que ora mucho también hará mucho. 3. Amar mucho las almas; este amor dominará todas las iniciativas para hacerlas bien. 4. Aspirar siempre en todo a lo mejor; pero estar siempre satisfecho con lo que sucede. 5. Sin María Auxiliadora, los Salesianos no somos nada. 1820: La Santa Sede elevó la Misión Salesiana en China al rango de Vicariato Apostólico y el padre Versiglia fue nombrado Obispo y Vicario apostólico de la provincia de Shiu-chow, a pesar de que aquel humilde salesiano se consideraba a sí mismo falto de toda habilidad y virtud, pues afirmaba que no tenía la fuerza necesaria y argumentaba que era incapaz de asumir roles de aquel nivel de responsabilidad, por lo que pedía ser dispensado de cualquier cargo de liderazgo. No obstante aquellas consideraciones personales, la consagración episcopal de Mons. Versiglia ocurrió un 9 de enero de 1921, teniendo como escenario la Catedral de Cantón. Fue ordenado Obispo por imposición de las manos de S.E.R. Mons. De Guébrand, quien fue asistido por los obispos de Hong-Kong y Swatow. También estuvieron presentes de los Superiores de las distintas misiones de la región, representantes del clero francés, italiano, portugués, español y estadounidense. Además asistió una gran multitud de fieles venidos de diversas partes, cabe destacar que participaron los alumnos de la «Schola Cantorum» del Orfanato de Macao. Siendo ya prelado, Mons. Versiglia no cambió su forma de ser, prosiguió sacrificándose por aquellos sus hermanos y colaboradores, con ellos se entregó con mayor ímpetu a atender a la población y fieles a su cargo. Como un Cristo más, prestó y desempeñó cualquier tipo de servicio: tipógrafo, impresor, sacristán, jardinero, pintor de casas, hasta peluquero y barbero.
Cuando los salesianos llegaron a Shiu-chow, la Misión solo poseía una residencia, la cual era muy pobre, y se encontraba en una calle estrecha ubicada a lo largo de las antiguas murallas de la ciudad. A lo largo de los siguientes años de servicio, aquel santo Obispo logró recaudar fondos, que en conjunto con su celo y dones innatos como administrador y arquitecto, llevaron a diseñar y construir escuelas, residencias, pequeñas iglesias, una Catedral, un albergue para ancianos y un dispensario.
Así de 1918 a 1930, Versiglia pudo obrar maravillas en 12 años, en un contexto nada favorable a los católicos. Aquel indomable obispo y sus colaboradores no se paralizante ante nada: hambrunas, epidemias, derrotas solo fortalecían su carácter, fervor, entrega y determinación. Soportó de todo: rechazo de la fe por presuntos conversos, repudio, deserción, deslealtad, renuncia, traición, abandono, perjurio, blasfemias, deslealtad, incomprensión, acciones cobardes y vejaciones por parte de otros tanto conocidos como desconocidos… Él superó todo esto gracias a la practica de los consejos evangélicos, la fidelidad a Jesús y a la Iglesia, la oración, intensa y constante. Aquel buen obispo cuyo el lema “In verbo tua laxabo rete” – Ante tu palabra lanzaré la red-, vivió su entrega con una vida de donación cuyo modelo fue el Buen Pastor, y que Dios un 25 de febrero de 1930, reservo para Sí, y cuyo sello fue la sangre del martirio, acompañado del buen presbítero y también protomártir San Calixto Caravario. San Calixto Caravario quien sufrió el martirio junto con Mons. Versiglia, a ambos los celebraremos el próximo mes de febrero, el día 25. |