«Judas y el Mesías Negro»: el poder es del pueblo
Kaluuya, el más notable de los actores afroamericanos de la actualidad, hace una vibrante interpretación del líder que inspiró a una nación entera, con valor e idealismo, anteponiendo la libertad de los suyos a su vida o la de su familia.
Por Luciano Campos Garza
(apro).-
La historia de la vida breve de Fred Hampton debe contarse a través de los ojos de su amigo y jefe de seguridad, Bill O’Neal, quien lo traicionó para asesinarlo.
‘Judas y el Mesías Negro’ (Judas and the Black Messiah, 2021) tiene un título bastante preciso. Ubicado en Illinois, durante la tumultuosa época de finales de los 60, en plena lucha de los derechos civiles y el poder de los afroamericanos en ascenso, el relato tomado de la realidad hace referencia a los últimos días de Hampton (Daniel Kaluuya), un líder integrado al grupo político radical Panteras Negras, que aspiraba a motivar una revolución adentro de Estados Unidos y transformar el país al socialismo.
Este joven, que vivió apenas 21 años, fue uno de sus máximos inspiradores, con una gran capacidad para el discurso, y un mensaje profundo y elocuente que animaba a la comunidad negra, la cual pugnaba por hacerse visible y respetable. Entre ellos era llamado presidente.
El director Shaka King muestra con sorprendente realismo,cómo era desde adentro la organización de hombres y mujeres desesperados que, ante la opresión que padecían por el gobierno de su país, buscaban liberarse combatiendo directamente a los policías.
En esta confrontación civil aparece el polémico, despiadado e implacable J. Edgar Hoover (interpretado por un irreconocible Martin Sheen), el director del FBI que considera a los Black Phanter la mayor amenaza para la seguridad nacional. Lo suyo era racismo institucional extremo.
La única forma que tiene para detener el ascenso del mesiánico Hampton es a través de Bill, un pobre diablo especialista en robar autos, al que transforma en un perfecto Judas, infiltrándolo en la organización. Es transformado en los ojos de fuerza federal, que elabora un plan para asestar un golpe mortal al interior del grupo de rebeldes.
La cámara sigue a todos lados al traidor. La imagen no lo deja en paz, lo exhibe como un maldito timador, que se gana la confianza de Fred y los demás panteras. Atormentado por su deslealtad, pero acobardado por el castigo que le espera si desobedece, se convierte en un sucio delator. Es el que da los pitazos, el que revela ubicaciones y pone a sus camaradas para que sean baleados, torturados y apresados por los federales.
Toda la cinta es un gran relato sobre las injusticias y el desprecio que hubo en esa época hacia la raza negra. Como una emocionante lección de historia, el director se pone de su lado y justifica las razones por las que tienen que recurrir a la lucha armada, ante la brutalidad de la ley, que no les daba espacio para que existieran en una nación multiétnica.
Kaluuya, el más notable de los actores afroamericanos de la actualidad, hace una vibrante interpretación del líder que inspiró a una nación entera, con valor e idealismo, anteponiendo la libertad de los suyos a su vida o la de su familia.
‘Judas y el Mesías Negro’ es un repaso a un episodio trágico de Estados Unidos, y rinde homenaje a mártires como Hampton, que entregaron todo, hasta su propia existencia, para que las generaciones futuras gozaran de los derechos que a él le fueron negados.