Construcción del templo parroquial de
San José Iturbide
1866 – 1957
Que el Sr. Del Santo Entierro siga siendo el centro religioso de San José Iturbide
Pbro. Salvador Medina G
EL SR. D. JOSE LUIS MORELOS
Creemos un deber de justicia consignar en estos apuntes algunos datos de la vida DEL SR. D. José Morelos por los importantes servicios que desinteresadamente presentó a la población. Dicho señor falleció en esta Villa el miércoles 26 de enero de 1876, a las once de la noche, víctima de un ataque.
El sr. Morelos era originario de la Hacienda del Salitre de Frías, jurisdicción de Xichú Victoria y fue vecino de esta Villa de San José Iturbide desde el año de 1824 hasta su muerte.
Desde esa fecha (1824) desempeñó el cargo de director de los juzgados populares y secretario del honorable Ayuntamiento; llevó los apuntes históricos de este lugar; Bajo su dirección se construyó el palacio municipal en 1843; desde ese año hasta el de 1852 fue coronel de la guardia Nacional de esta Villa; fue el agente principal de la compañía que se fundó para comprar la Hacienda del Capulín y quien organizó las bases para su fraccionamiento en bien de esta Villa de Iturbide y su comarca; en tiempos de paz hasta su fallecimiento ocupaba el tiempo en las consultas que se le hacían, especialmente por los pobres, tanto en los negocios contenciosos como en la defensa de los presos sin cobrar honorarios; por último debemos decir sin exageración que él fue quien dio ser a la población, procurando siempre su progreso, sus mejoras materiales, la instrucción pública y el adelanto en todos los ramos.
Junta para la construcción de un nuevo templo parroquial
En marzo de 1866 el Sr. Cura Pbro. D. Domingo Rodríguez convocó a treinta vecinos del lugar para una junta con el fín de manifestarles la necesidad de construir un nuevo templo parroquial.
La reunión estuvo presidida por el mismo Sr. Cura Rodríguez asistiendo los señores Presbíteros: D. Cipriano Rodríguez, D. Pablo Ma. Aguilar y D. Juan José Plaza; Asistieron, además, el sr. D. Gerardo Díaz, así como todas las personas invitadas y algunas otras más.
COPIA DEL ACTA LEVANTADA AL ABRIR LOS CIMIENTOS DEL NUEVO TEMPLO PARROQUIAL
“En la Villa de San José Iturbide, del Departamento de Guanajuato, en el Imperio Mexicano, a 23 de abril de 1866 (mil ochocientos sesenta y seis), el Cura propio y Juez eclesiástico de esta feligresía, Dr. Don Domingo Rodríguez, mirando con profundo sentimiento que la actual Iglesia parroquial no es m{as que un cañón de adobes muy mal construido, muy débil y estrecho, incapaz de contener la numerosa confluencia de fieles que asisten frecuente y piadosamente a la celebración de los divinos oficios; Que su debilidad y estrechez solo fueron una exigencia de la época de erección en calidad de capilla, como ayuda de parroquia en idioma castellano, y que independientemente del curato de Xichú de indios, ascendía a la categoría de Iglesia parroquial de Señor San José en el año de mil setecientos setenta, y que la edificación de un buen templo es una imperiosa necesidad del estado floreciente en que se haya esta nueva feligresía, como que excede de veinticinco mil el número de sus habitantes; a pesar de las grandes dificultades que traen consigo las grandes obras, la hizo diseñar por el perito Rafael Arcaute, y después de observar que el diseño ésta conforme a las reglas del arte y acomodado al terreno de la propiedad de la parroquia, hoy día de la fecha, mandó abrir los cimientos, con la previa licencia de La Sagrada Mitra, destinado dicho templo al culto del castísimo Patriarca Señor San José, como titular que ha sido de ésta parroquia, sin contar con más elementos que los que le proporcione la Divina Providencia, de quien muy confiadamente los espera. Y para la debida constancia se extiende la presente acta, que obrará en el libro destinado a consignar los acuerdos que se adopten y las ocurrencias notables que se presenten en el transcurso del tiempo que dure la obra, colocando una copia en el Arca de la piedra fundamental y unas monedas. El Cura propio Doctor Domingo Rodríguez, El perito Rafael Arcaute, El tesorero Gerardo Díaz. Firmas.”
BENDICION DE LA CAPILLA DEL SEÑOR DEL SANTO ENTIERRO Y DE LA SACRISTIA DEL NUEVO TEMPLO.
El sábado 20 de abril de 1872, a las siete de la mañana, se bendijeron solemnemente la Capilla del Señor del Santo Entierro, anexa al templo al lado de la epístola, y la sacristía del nuevo templo, concediéndole Dios a su fundador el Sr. Cura Rodríguez, celebrar en la capilla la primera misa, como era su deseo ayudado por el Sr. Rafael Arcaute, arquitecto y director de la obra. El sábado 11 de mayo siguiente se depositaron las imágenes de la parroquia en casas particulares para poder seguir derribando las paredes del templo antiguo y abriendo los cimientos del nuevo. En esa misma fecha se trasladó el Santísimo Sacramento de la parroquia a la nueva capilla. El templo parroquial antiguo duró ciento diez y ocho años, pues fue construido en 1754, al fundarse esta ayuda de parroquia.
MUERE EL PADRE D. CIPRIANO RODRIGUEZ
El día 21 de diciembre de 1873, a las seis de la tarde, falleció el Señor Bachiller Pbro. D. Cipriano Rodríguez de una edad avanzada, quien durante su permanencia en esta Villa inmortalizó su nombre observando una conducta intachable y ayudando sin descanso en la construcción del nuevo templo parroquial hasta dejar acabadas la sacristía y la Capilla del Señor del Santo Entierro y casi hasta la mitad de la altura las paredes del templo. A mediados de enero de 1874, con motivo del fallecimiento del Sr. Pbro. D. Cipriano Rodríguez, se hizo cargo para ayudar en la obra el Sr. Pbro. D. Juan José Plaza.
EL SEÑOR CURA PRESBITERO LIC. NICOLAS CAMPA
A consecuencia de la edad avanzada y de las enfermedades del Sr. Cura Dr. D. Domingo Rodríguez, el Exmo. y Rvmo. Sr. Dr. Ramón Camacho, segundo obispo de Querétaro, tuvo a bien nombrar al Sr. Pbro. Lic. Don Nicolás Campa, Cura de esta parroquia, de la cual tomó posesión el día 10 de mayo de 1890, como se ve en los libros del archivo parroquial.
Inmediatamente que tomó posesión de su parroquia comenzó a ejercer las funciones propias de su nuevo cargo captándose las simpatías, el respeto y el amor de todos los feligreses y desde luego dio impulso extraordinario a la construcción de la obra del templo parroquial, comenzado por su antecesor.
Sus pláticas doctrinales ajustadas a los preceptos del evangelio eran elocuentes y sin ostentación; era activo y eficaz en la asistencia espiritual a los enfermos y necesitados sin interés familiar, siendo guiado únicamente por la caridad sacerdotal y por el cumplimiento de sus deberes. Afecto y dedicado a la niñez y a la juventud impulsó la instrucción de la misma, estableciendo un plantel para impartirla gratuitamente. Aún viven algunos profesionistas, como licenciados e ingenieros etc., que deben al sr. Cura Campa al menos la iniciación de sus estudios. Era sencillo y atento con todas las personas que se acercaban a él para tratar sus negocios. Todas estas cualidades y otras muchas que omitimos, le granjearon la aceptación general y la estimación y respeto de todas las personas.
El Sr. Cura Campa, hombre emprendedor por naturaleza, arquitecto por afición y trabajador infatigable, continuó con entusiasmo la magna obra del templo parroquial, para lo cual solicitó la cooperación del Sr. Ingeniero Don Ramón Rodríguez Arraingoitia y del maestro de obras D. Valentín López. Los tres de común acuerdo formaron un nuevo proyecto que, realizado poco a poco, había de hacer de los trabajos iniciados por el Sr. Rodríguez una obra regia de belleza arquitectónica incomparable, que constituye legítimo orgullo de esta población.
FALLECE EL SR. CURA DR. D. DOMINGO RODRIGUEZ
El sábado 23 de octubre de 1875 a las diez y media de la noche, falleció el Sr. Cura Pbro. Dr. D. Domingo Rodríguez en una de las piezas de su casa habitación, situada en la esquina de la Plaza principal y la calle que actualmente de llama de Rayón, teniendo lugar el triste acontecimiento en presencia de unas personas que ahí se encontraban, quien lo atendieron en tan doloroso transe. Falleció a los sesenta y siete años y seis meses de edad. Se solicitó permiso para inhumar su cadáver en el interior de la parroquia en construcción, cuyas bóvedas aún no se ponían; permiso que el gobierno negó la tarde del lunes 25. Esta negativa causó disgusto al pueblo que se amotinó para hacer la inhumación dentro de la parroquia, originándose un tumulto que duró cerca de dos horas y del cual resultaron dos muertos y varios heridos del pueblo y también de la fuerza de seguridad. Los reverendos padres Malavehar calmaron los ánimos y disuelta la reunión hostil, el jefe político hizo que a las doce de la noche se sepultara el cadáver en fosa común en el panteón municipal.
El Señor Cura Rodríguez estuvo al frente de esta parroquia durante veinticinco años, de febrero de 1849 al 10 de mayo de 1874.
SE TERMINA LA PRIMERA BOVEDA DEL TEMPLO
El día 22 de diciembre de 1875 se continuaron con mayor actividad los trabajos del templo parroquial, para lo cual se trasladó el Santísimo a la Casa Santa de Loreto el día 3 de febrero de 1876, a las siete de la noche, sin ninguna solemnidad. Fue tal la actividad del Sr. Cura Campa, que el día 19 de marzo del mismo año de 1876, a las siete de la mañana, se efectuó la bendición solemne de la primera bóveda, apadrinando el acto, entre otras personas, el español Sr. D. Francisco Balbás.
CONTINUAN LOS TRABAJOS DEL TEMPLO
La hermosa cúpula esta sostenida por doce arcos, tres corresponden al presbiterio, tres a cada uno de los cruceros y tres al cuerpo del templo. En medio del arco interior que da al cuerpo del templo. En medio del arco interior que da al cuerpo del templo hay una lápida de mármol blanco, en la cual se lee lo siguiente:
“El Ilmo. Sor. Obispo diocesano Dr. D. Ramón Camacho bendijo esta clave el día 13 de mayo de 1877.” En efecto el Ilmo. Señor Camacho hizo la santa visita pastoral a esta parroquia del 16 de de abril al 14 de mayo de 1877 y se aprovechó la oportunidad para que bendijera la clave de referencia.
El 19 de marzo de 1884, fiesta del castísimo patriarca señor San José, titular del templo y patrono de la parroquia, el sr. Cura Campa aprieta con sus propias manos la última clave en medio del justificado regocijo de sus feligreses.
LA PORTADA DEL TEMPLO
El 31 de diciembre de 1884 queda terminada la hermosa portada del grandioso templo y la bendice solemnemente el M I Señor Canónigo de Querétaro D. Agustín Guisasola, en representación de Exmo. y Rvmo. Sr. Obispo diocesano.
EL ORGANO
El día 12 de diciembre de 1885, con motivo de la función solemne para la renovación de la jura del patronato de Nuestra Señora de Guadalupe, se bendice y estrena su famoso órgano, que trajo el sr. Cura Campa de los Estados Unidos de Norte América. Por tradición se sabe que el sr. Cura Campa obtuvo del gobierno de la República la autorización necesaria para que el órgano pasara la aduana como material de guerra, quedando exento del pago de los derechos aduanales.
FALLECE EL SEÑOR CURA CAMPA
Dios nuestro Señor quedó satisfecho de los trabajos del sr. Cura Campa y lo llevó al cielo para premiar sus esfuerzos el 10 de mayo de 1890, según parece, habiendo administrado esta parroquia durante diez y siete años, sin tener la satisfacción de ver terminado el templo parroquial, producto de su genio. De su esfuerzo, tenacidad y devoción.
SE TERMINA Y BENDICE EL TEMPLO PARROQUIAL
Habiendo fallecido el sr. Cura Campa siguió al frente de la parroquia el sr. Pbro. D. J. Matilde de la Vega, quien terminó la magna obra del templo y con la debida licencia del Exmo. y Rvmo. Sr. Obispo de Querétaro hizo la bendición solemne en medio de grande concurso de fieles el 19 de septiembre de 1895, con asistencia de señores vicarios presbíteros D. Antonio Centeno y D. Juan José Plaza. En tan memorable acto celebra la misa el padre Plaza y ocupa la cátedra sagrada el Sr. Cura D. José Matilde de la Vega y por primera vez queda expuesto el santísimo Sacramento en el altar del nuevo templo. Asistieron como padrinos el Sr. Jefe Político D. José María Hernández, D. Victoriano Gutiérrez, D. Julián Gómez, D. Cristóbal Montes y las señoras celadoras de la Vela Perpetua y otras muchas personas.
SE TERMINA EL ALTAR MAYOR
Más tarde y debido al empeño del sr. Vicario de entonces Pbro. José Ma. Arredondo, se termina, bendice y estrena el altar mayor, obra ejecutada conforme al diseño que hizo el Sr. Ing. D. Ramón Rodríguez Arrangoitia y comenzada por el sr. Cura Campa.
EL RELOJ PUBLICO
El 19 de marzo de 1900 se coloca en el frontis del templo el reloj público con sus dos carátulas, una del reloj al lado del evangelio y otra del calendario del mes al lado de la epístola, tal como lo deseaba el sr. Cura Campa. El sr. D. Vicente Barreneche regaló el costo del mencionado reloj.
LOS CANDÍLES DEL TEMPLO
El día 15 de agosto de 1905 se estrenaron los hermosos 16 candiles que adornan el templo, habiendo regalado su importe la Sra. Ma. Guadalupe Arcilla de Lara, quien antes de morir, dejó el dinero necesario y el encargo para esta compra a su hermana Susana Arcilla, la que lo cumplió fielmente. El Sr. Pbro. D. Edmundo Ugalde fue comisionado para hacer dicha compra.
PAVIMENTO DEL PREBITERIO Y DE LA SACRISTIA
En el año de 1919 el sr. D. José Dolores Arredondo, por encargo del sr. D. Sixtos Soto, le entregó al señor cura Pbro. D. Eugenio Villafuerte la cantidad de dinero necesaria para comprar el mosaico para el pavimento del presbiterio y de la saxristía, encargándose el sr. Cura Villafuerte de realizar esta mejora y pagando la Iglesia los gastos de mano de obra.
EL ATRIO DE LA PARROQUIA
En octubre de 1923 tomó posesión y se hizo cargo de esta parroquia el sr. Cura Pbro. D. Fernando Nuñez, quien desde su llegada se empeñó en su mejoramiento y comenzó por arreglar el atrio de la misma hasta dejarlo en las condiciones en que se haya actualmente, pues antes era un terreno lleno de escombros.
DECORADO DE LA CAPILLA DEL SEÑOR DEL SANTO ENTIERRO
El mismo sr. Cura Núñez, mirando la creciente devoción de los fieles al Señor del Santo Entierro, no omitió esfuerzo alguno para mandar decorar y poner pavimento de mosaico a la capilla de tan milagrosa imagen. El día 5 de febrero de 1925 el muy ilustre Señor Canónigo de Querétaro Lic. D. Manuel Reynoso, Vicario General para la diócesis, hizo la bendición solemne de estas obras en representación del Exmo. y Rvmo. Señor Obispo diocesano D. Francisco Banegas Galván.
EL PAVIMENTO DEL TEMPLO
Gracias a los esfuerzos del sr. Cura Núñez y a la generosidad del sr. D. Julio Ledesma, quien regaló el dinero necesario para que se pusiera el pavimento de mosaico en el templo parroquial, haciendo la bendición solemne el Exmo. y Rvmo. Sr. Obispo Dr. D. Francisco Banegas Galván el día 16 de julio de 1926 con asistencia de numerosos sacerdotes de Querétaro, de los señores curas de San Luis de La Paz y de San Miguel Allende y de los señores vicarios fijos de Los Rodríguez y de San Sebastián del Salitre. Ocupó la cátedra sagrada el ilustre señor canónigo Zacarías Gómez.
LOS CAMPANARIOS
El 19 de mayo de 1941 se comienzan las obras de los campanarios por el sr. Cura Pbro. D. Felipe Lavigne; Obras cuya construcción, aunque lentamente, sigue adelante.
EL CANCEL DE LA PARROQUIA
El artístico cancel de hierro forjado a mano y caldeado en fragua y con remaches de acero, fue ideado por el sr. D. José Herrera y casi en su totalidad costeado por él mismo.
El sr. Cura D. Domingo Muñiz desde luego tan entusiasta en todas sus obras, lo aprobó y patrocinó.
El Padre Vicario que lo era entonces el Pbro. Salvador Medina Galván, aficionado al diseño, de inmediato elaboró un proyecto que después de varias correcciones fue aprobado por la comisión de arte colonial y el de arte religioso el ing. Pbro. D. Ramón Martínez y el Canónigo D. Ezequiel de la Isla.
Aprobado y bendecido el proyecto por el Exmo. y Revmo. Sr. Obispo, de inmediato el sr. D. José Herrera puso manos a la obra con grande empeño y con no pocas dificultades y después de casi un año de fatigoso trabajo, terminó el cancel y se estrenó y bendijo el 5 de febrero de 1954.
Si cabe aquí, bueno es dejar asentado que el sr. D. José Herrera fue un gran benefactor de la parroquia, aunque siempre por su modestia nunca quiso que se dieran a conocer todos esos beneficios.
DERRUMBE DEL FRONTISPICIO DEL TEMPLO PARROQUIAL
En el año de 1957 precisamente el día 10 de agosto por la noche se vino abajo el tímpano del frontispicio del templo de S. José Iturbide, con un grande estruendo, tristeza del pueblo y asombro de todos. El sr. Cura D. Antonio Estrada Rangel siempre eficaz y activo dio aviso a las autoridades y de inmediato se dio a la tarea de su restauración, pronto quedó terminado a la perfección y de tal manera, que ni se notó la reconstrucción. (Esta fue una obradel sr. Cura Antonio Estrada que E P D )