El taller: El Oficio de Historiar
El Oficio de Historiar de Luis González y González
La única venida a Querétaro de Luis González y González a disertar sobre su teoría, fue al taller “El Oficio de Historiar” coordinado por quién esto escribe, un siete de noviembre del 2001, siendo recibido tumultuariamente por los talleristas y la comunidad intelectual local y sin la presencia de autoridad local alguna.
El Maestro dijo: “Querétaro es una de las ciudades a las que hay que visitar constantemente”Luis González y González, el humanista de la historia, el mejor historiador de México, El renovador de la concepción de entender y estudiar la historia, revolucionario de cepa, murió en el pueblo de San José de Gracia.
Cuando en San José de Gracia todo el mundo comentaba lo abundante de la cosecha que se venía gracias a la buena temporada de lluvias, el II de octubre de 1925, llegó al mundo Luis González y González y el 14 de diciembre del 2003, cerca de las ocho de la mañana, ante un México convulso e imprevisto, se nos fue.
Aprendió desde su infancia el desafío de conservar la memoria como forma de preservar la vida a fuerza de contar y recontar las historias de los hombres. Se alejó de la historia de bronce y se acercó al quehacer cotidiano, a los más elementales e insignificantes acontecimientos y de esta manera nació la historia universal, llamada PUEBLO EN VILO.
El Maestro dijo: “ Hay una historia política que se desparrama ante el gran público, no porque le guste mucho a los niños y adolescentes, lo que les cuentan, o porque aprendan eso por su voluntad, sino porque los obligan a que acepten eso como la historia”.
Nieto de abuelos indios, conservó siempre el gusto por su MATRIA, por sus orígenes, el gusto por el habla sencilla y sabrosa, que lo llevara a hacer un profesor tan claro como ameno, un historiador convencido de que la historia no tiene porque ser de difícil acceso y que los historiadores no tienen porque volverse pedantes.
Luis González y González no olvidó nunca la pesada herencia que para bien o para mal marca el nacionalismo mexicano, traducido en odios hacia fuera, hacia los que le son diferentes y odios hacia dentro, hacia los que no lo son tanto.
El Maestro dijo: “Sí se puede uno liberarse de las mitologías, de los mitos nacionales, étnicos, religiosos o de cualquier otro tipo, sin dejar de ser solidario con su país y con los suyos”.
Luis González y González ha luchado contra la historia oficial para rescatar la historia humilde y cotidiana de los pueblos y de las provincias y ha sido reconocido como el padre de LA MICROHISTORIA, de la historia regional, de la historia MATRIA.
Luis González y González, hombre de su familia, de su pueblo, de su región, de su nación y de su gremio, es liberal en política, porque sabe de la necesidad de la variedad, de la pluralidad, de la vitalidad de las diferencias, que no pueden, ni deben ser aniquiladas.
El maestro dijo; “ Es necesario recordar, pero también es necesario olvidar, un exceso de memoria enferma a veces hasta la locura”.
Padre de la microhistoria, Luis González y González, fue un intelectual humilde, que nunca dudó en compartir sus conocimientos con otros, fue el historiador más completo del siglo XX mexicano.
Su obra es inmensa, muy legible y muy original. De tal suerte que los historiadores deben de pensar seriamente formarse un criterio propio, al margen de modas o colegas.