Nahuales, guerreros y protectores; en este lugar de Veracruz están, dicen
La leyenda dice que en las inmediaciones de la Laguna de Nogales, los trabajadores escucharon una voz áspera y ronca que les decía: “Lárguense de aquí, estas son mis tierras”
Nogales, Ver.-
Con el propósito de conservar las leyendas propias de este municipio y ver al Nahual como un ser protector, guerrero fuerte que existió desde la época prehispánica y que ha resguardado a la naturaleza, en el municipio abrió sus puertas La Casa del Nahual.
Y es que a los nogalenses se les dice nahuales, pues dicen que ese territorio, en lo que era el cerro de Oztotipac era la tierra de los nahuales.
Algunos lograron ver que del cerro de Oztotipac, en donde nace la laguna, bajaba una bestia del tamaño de un buey, caminaba en dos patas, tenía una cara peluda como de lobo y ojos rojos como fuego, descendía corriendo desde el cerro hasta las vías del tren. Este ser es conocido como Nahual.
También ha sido visto en el Rincón de las Doncellas. Cuentan que es un brujo que se roba a los niños para sacrificios y tener poderes sobrenaturales, en el día es un humano común y en las noches se convierte en bestia; se roba animales de granja para comérselos y sobrevivir escondido en el cerro. Algunos dicen que sólo protege a la Laguna de Nogales y el Rincón de la Doncellas, más que un tesoro.
Vecinos que viven alrededor del cerro donde brota el agua de la Laguna de Nogales, desde hace muchos años, han salido en busca del Nahual. Cuentan las historias de los abuelos y ancestros que éste hace maldades, se roba a los animales de granja, siendo sus preferidos los pollos y las gallinas, destroza sembradíos, se ha robado a pequeños niños, los perros pueden verlo y olerlo a gran distancia, por eso algunas noches se logra escuchar en las madrugadas cómo ladran y aúllan por mucho tiempo, porque los perros son grandes protectores de los humanos y sus casas, son bravos por instinto y capaces de dar su vida por sus amos.
“Lo que es mi vestidura o piel”, es el significado de Nahualli, en idioma náhuatl, y se refiere a la habilidad que tiene de transformarse en una criatura, mitad hombre y mitad animal. Esta es una de las leyendas que se relatan en ese nuevo espacio que se abrió en la Laguna de Nogales, a petición de varios jóvenes del Encinar, que han crecido con estas leyendas y promueven la cultura.