De acuerdo con la Unesco, incluir a esta ciudad veracruzana como Patrimonio Mundial tiene que ver con su traza y arquitectura, consideradas una fusión de las tradiciones caribeña y española.

Por otra parte, referirse a la Candelaria, manifiesta Ernesto Luna, es hablar de lo religioso y lo profano: “Tlacotalpan empieza a renacer en lo decembrino, en el portalito, la Rama y la parranda, que reúne a las familias”.

En este mes, añade, empieza a llegar mucha de la gente que está en Estados Unidos y regresa al terruño: “Hay amor, cariño y humildad, con lo cual inicia la cuarentena de la Candelaria, que es el 2 de febrero”.

Explica que toda la celebración lleva al carnaval y luego a la Semana Santa, por lo tanto, lo religioso es muy importante, pero también lo que inventa el ser humano para sentirse bien.

Y es que recuerda que detrás del ritual del paseo de la Virgen por el río Papaloapan está la creencia de que les irá mejor en pesca o la ganadería. “La gente, con lo católico de fondo, renace y está vivo por sus creencias”, enfatiza.

De la cabalgata, que ha tenido modificaciones a lo largo del tiempo, expresa que ganó el caballerango, y de la pamplonada, opina que tiene que ver con la influencia española.

El docente, bailarín y músico, fundador de Jóvenes Zapateadores, apunta que la fiesta de la Candelaria se ha vuelto también un reflejo de las necesidades de la gente de la región y de otros sectores, como el turístico y el cultural.

Por eso él, que es fandanguero, considera que incluir a grupos artísticos de fuera responde al deseo de la gente de la región —Cosamaloapan, Acula, Lerdo, Salta Barranca— de ver algo distinto a lo suyo, al mismo tiempo que se amplía la oferta de propuestas para los visitantes.

Ahora que hay presencia de lo académico, piensa que también es por cubrir necesidades, pues habrá quien esté en el parque, quien no se desvele en el fandango, quien quiera entrar a una charla o un seminario.

“Ahora hay una gran diversidad que hace de Tlacotalpan una ciudad mágica, una ciudad revitalizada en espera de su máxima festividad”, expresa.

Presentan programa para Fiesta de la Candelaria

Xalapa, Ver.- En 2022, la crisis sanitaria por Covid-19 no será impedimento para que se realice la tradicional Fiesta de la Candelaria con actividades religiosas, artísticas y académicas presenciales del 27 de enero al 9 de febrero.

En el aniversario 245 de esta festividad, celebrada en Tlacotalpan, Veracruz, la expectativa es que visiten la ciudad aproximadamente 50 mil personas y se genere una derrama económica de entre 30 y 36 millones de pesos, expresó el alcalde Luis Medina Aguirre.

Así, regresa el paseo de la virgen de la Candelaria en compañía de quienes le rinden culto y todos los servicios religiosos. También talleres, charlas, exposiciones de arte, fandango, música y versada.

Silvia Alejandre Prado, directora del Instituto Veracruzano de la Cultura, confirma el desarrollo del Encuentro de jaraneros y decimeros, la presencia de once grupos artísticos de la región de la cuenca y la presentación de fonogramas producidos en los últimos años.

Además, presentarán oficialmente el Centro Cultural del Sotavento, recinto donde se podrá observar la exposición fotográfica “Tlacotalpan, mi amor”, con escenas costumbristas de la Perla del Papaloapan captadas por Abril Ponce.

Otra muestra que llama la atención es “Arte recuperado”, que incluye piezas encontradas en “El Faunito”, las cuales son ya parte del acervo del Gobierno del estado, bajo resguardo del IVEC.

En esta colección se encuentran obras de Botero, Tamayo, Leonora Carrington, Diego Rivera y Frida Kahlo, que ya habían sido exhibidas pero hoy están certificadas y ha concluido el proceso legal en el que estaban, precisa Alejandre Prado.

La secretaria de Turismo, Xóchitl Arvesú Lago, extiende la invitación a asistir a Tlacotalpan, donde hay 228 cuartos disponibles, 44 alojamientos en casa y 200 hogares dispuestos a recibir a los turistas.

Además, habrá 36 corridas especiales para quienes no cuenten con auto particular y se prevé la presencia de 500 elementos de seguridad.

Salvador Beristáin, director de Salud Pública, enfatiza que el virus de Covid-19 no puede frenar las actividades, pero estas se deben realizar de manera responsable.