Conquistó el Polo Norte, atravesó el Sahara, es altruista y veracruzana
Fátima es la primera mujer Latinoamericana en alcanzar la latitud 90 grados en el Polo Norte y la primer mujer en ser directora del Instituto Veracruzano del Deporte
Córdoba, Ver.
Abriendo caminos y rompiendo barreras para las mujeres, ni el Kilimanjaro o el desierto del Sahara la detuvieron, conquistó el Polo Norte y fue portadora del fuego olímpico, Fátima del Ángel Palacios ha demostrado que nada puede detener a una mujer con visión y decisión para llegar lejos.
La primera mujer Latinoamericana en alcanzar la latitud 90 grados del Polo Norte y la primer mujer en ser directora del Instituto Veracruzano del Deporte dos logros que dejaron en alto el papel de la mujer en el deporte y que sin duda cambiaron la perspectiva de muchos en especial de la cordobesa y contadora de profesión.
Sin embargo desde niña una idea surcaba su mente y es que desde pequeña sus padres le contaron que en el Polo Norte Santa tenía una fábrica de juguetes y fue entonces cuando ese sueño nació para convertirse en una realidad que no sería tan fácil.
“Yo siempre quise llegar a la cima del mundo y sentir esa única experiencia de decir como ser humano ¿donde están mis límites?, si era capaz de lograr ese sueño, ya todo iba a ser muy simple, pero no era fácil”, comenta Fátima.
Fueron muchos años trámites, 6 meses de preparación física y cerca de un millón de pesos por persona lo que se requería para lograr ese sueño, no obstante nada la detuvo, con el apoyo de empresarios, Gobierno del estado y municipal hicieron que siguiera adelante la expedición.
Contó con un equipo multidisciplinario al mando de su entrenador David Fernando Pérez Medellín, el psicólogo Miguel Ángel Fritz y un grupo de personas que la prepararon para este gran paso.
Fue así como Fátima del Ángel empezó la travesía abanderada en Conade viajó de España a Dinamarca a Noruega y Svalvar, una población en donde se encuentra la mayor reserva de osos polares en el mundo, para al final pisar la base científica rusa en donde ella y a cuatro alpinistas que la acompañaban un checo, un italiano y un español que fueron trasladados en un helicóptero ruso al grado 89 latitud Norte en donde comenzarían a esquiar el último grado del planeta tierra.
Un cambio de perspectiva
Este logro que la catapultaría a nivel mundial y como una huella en la historia como la la primera mujer Latinoamericana en alcanzar la latitud 90 grados del Polo Norte cambiaría su vida de forma impresionante.
El trabajo arduo le valió el reconocimiento a sus logros y en el 2011 fue portadora de la antorcha panamericana, más tarde en Olímpica Londres 2012 también tuvo este honor para reafirmarlo el año 2014 cuando en los Centroamericanos también tomó entre sus manos el fuego olímpico.
Después de esto la deportista quien trabajaba como contadora municipal al momento de la expedición continuó con su trabajo en la función pública y a principios del año 2011 fue nombrada como secretaria técnica del deporte estatal para unos años más tarde el 7 de marzo del 2016 tomó protesta como Directora General del Instituto Veracruzano del Deporte.
“Un funcionario público tiene la responsabilidad de hacer muchas cosas por la gente y llegas con la ilusión de trabajar, pero te deja marcado en cierto sentido porque hay veces que quieres hacer mucho y lo mejor pero desafortunadamente nunca vas a tener conforme a nadie porque al final siempre va a haber críticas”.
Pero para Fátima todas las adversidades siempre tenían una solución, una mujer que se caracteriza siempre por buscar una respuesta a todo, buscar la manera de que las cosas tengan un buen fin no se detiene y busca la manera de ayudar siempre, “quien quiera ayudar a alguien siempre lo va a hacer desde donde se encuentre”, es la mentalidad de esta mujer que hoy continúa dando su mano a quien lo necesite.