Un viajero en México: Arthur Cravan, vagabundo, poeta, boxeador, ladrón de joyas…
Carlos Framb
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Otro escritor que se perdió en México fue Arthur Cravan, cuyo nombre de pila era Fabien Avenarius Lloyd. Nació en Lausana, en 1887, en el seno de una familia acomodada. Era sobrino político de Oscar Wilde. Además de poeta, boxeador y viajero, Cravan fue, en sus escasos treinta años de vida, ladrón de joyas, marchante de arte, falsificador de documentos, editor y único redactor de la revista Maintenant, precursor del punk y padre del dadaísmo, vagabundo en Nueva York, marino en el Pacífico, recolector de naranjas en California y profesor de educación física en la Academia Atlética de México. Medía más de dos metros y pesaba más de cien kilos. Durante sus conferencias en París, a las que solía asistir alicorado, tenía la costumbre de hacer disparos al techo o desnudarse. En un perfomance –cuenta Blaise Cendrars– intentó suicidarse.
En 1915 fue expulsado de Francia y atravesó Europa con pasaportes falsos. En 1916 llegó a Barcelona, donde permaneció un año y peleó en la Plaza Monumental con el campeón del mundo de peso completo Jack Johnson, que lo noqueó en el sexto asalto. Johnson cobró por la filmación de la pelea, estipulándose una duración mínima de la misma, por lo que tuvo que esperar al sexto asalto para fulminar a Cravan. En 1917, Cravan fue embarcado a la fuerza a bordo del Monserrat, que partió hacia América. Trotski y Cravan coincidieron por azar en el trayecto. Trotski escribió en su diario:
Iba una cantidad considerable de desertores, y entre ellos un boxeador, escritor ocasional, que había elegido ir a enfrentarse a los yanquis en el noble deporte, evitando así ser machacado por un alemán desconocido.
En Nueva York, Cravan se enamoró de la poeta Mina Loy, fue arrestado por exhibicionismo, se disfrazó de soldado y escapó a Canadá. Su plan era volver a Nueva York, pero algo no salió bien y resultó en México. Se le sitúa en diciembre de 1917 en la frontera de Texas, se dice que cruzó a nado el Río Bravo. Mina Loy lo alcanzó en Ciudad de México en enero de 1918, se casaron en la Basílica de Guadalupe y al poco tiempo ella quedó encinta. El 15 de septiembre Cravan peleó en la plaza El Toreo, contra el jamaiquino Jimmy Smith. Trabajó como entrenador de boxeo en el gimnasio Sandow, ubicado en el Palacio de Mármol de la avenida Tacuba. A fines del verano, la pareja decidió probar fortuna en Buenos Aires y hacer el trayecto por separado. Mina Loy viajó primero desde el puerto de Salina Cruz, en Oaxaca, a bordo de un barco japonés. Cravan quedó de viajar un poco más tarde en un velero acondicionado por él mismo, pero nunca llegó. Presumiblemente, naufragó en el Golfo de México, aunque algunos sitúan ese naufragio en el Pacífico. Otras versiones apuntan a que fue asesinado en una escaramuza de la Revolución.
Arthur Cravan fue visto en las calles de Montmartre, como gerente de una plantación en Java, como retratista en las orillas del río Léman, en Ginebra. En su ensayo Cravan: Une vie révolutionnaire, Paul Denier sostiene que Cravan sí llegó a Buenos Aires pero que, antes de lograr ponerse en contacto con Mina Loy, se unió a un grupo de activistas que viajaron a la Patagonia para apoyar el movimiento obrero liderado por el anarquista español Antonio Soto. Veinte años después, la madre del poeta afirmó haber recibido una carta, escrita de puño y letra por su hijo, enviada desde Buenos Aires. Un hombre le aseguró a Mina Loy haber conocido a un tal Arturo Cravan en La Habana. Y Cendrars sostuvo que Cravan fue asesinado en una trifulca de taberna de una puñalada en el corazón.