Nunca pensaron que su matrimonio sería un gran paso para comunidad LGBT+
La pareja reconoce que para estar juntos lucharon contra prejuicios y discriminación de la sociedad. La aceptación de sus familias fue un problema que siguen viviendo
La primera vez que se vieron, Ismael bromeó con los pupilentes de Nicole que le cambiaban el color de los ojos al momento de conocerse, después de romper el hielo con las risas iniciaron a frecuentarse cada vez más e iniciaron una relación.
Durante tres años sostuvieron un noviazgo tradicional, cada uno vivía en su casa y hacía su vida como una pareja en esa etapa, pero después de ese tiempo decidieron que era momento de vivir juntos.
“El primer conflicto que tuvimos fue que ella quería tener una relación estable, vivir juntos y yo todavía no me sentía preparado, yo le dije dame chance, vamos a darnos un poquito de tiempo a ver qué sucede, se dio el tiempo y vivimos juntos, un año después fue que decidimos casarnos”, relata Ismael.
“Nunca se ocultó nada, yo siempre le dije a Nicole mi preferencia sexual. Duramos cuatro años, pero antes de vivir juntos llevamos tres años de relación, y luego un año viviendo juntos antes de casarme”.
Lucha contra prejuicios y discriminación
La pareja reconoce que para estar juntos lucharon contra prejuicios y discriminación de la sociedad. La aceptación de sus familias fue un problema que siguen viviendo, pues aunque algunos los apoyan, existen otros que mantienen su distancia en su relación.
Esto último ocurre principalmente por parte de familiares de Ismael, en el caso de Nicole, se describe como una persona independiente desde joven, por lo que al momento de dar la noticia de su matrimonio no hubo rechazo, sino asombro y cuestionamientos.
La noticia para ellos fue de que no me lo creían, desafortunadamente soy una persona muy caprichosa, siempre me ha gusto salirme con la mía, desde mis 20 años me alejé de mis papás para ser una persona independiente; ahorita que le comento a mi familia de mis planes de familia me empiezan a cuestionar, entonces ya me senté a platicar con ellos, a dialogar, narra Nicole.
Por su parte, en el caso de Ismael la situación se tornó complicada con su madre, quien desde el principio mostró rechazo a su relación. Sobre la boda, el joven prefirió no mencionar nada a su madre, quien terminó por enterarse en redes sociales.
“Cuando mi mamá conoce a Nicole no se lo esperaba, la verdad, llegando a casa de mi mamá me preguntó si de verdad quería estar con esta persona, le dije que sí, que me gustaba estar con ella, que me hacía sentir bien y ahí empezó el conflicto, hasta la fecha mi mamá no se lleva con Nicole, mi papá sí, mi papá la conoció, la trata, no tenemos ningún problema, pero con mi mamá si hubo problema”.
Pese a todos, la pareja afirma que prefieren pensar en el bienestar que tendrán antes de tener contentas a otras personas, por lo que buscan que cualquier rechazo no tenga ninguna afectación en su relación.
Nicole lamenta que la sociedad en general, mantenga un rechazo hacia los integrantes de la comunidad LGBTTQI+, la cual ha buscado abrirse camino para hacer valer sus derechos humanos, como cualquier persona.
En su caso, comparte el rechazo que ha encontrado en las personas por su identidad de género, en algunos casos hasta insultos que tratan de degradar su persona.
“Desgraciadamente la sociedad está muy retrograda todavía, se quedaron muy atrás, en los tiempos de Cristo, y no ven bien esto, mucha gente comenta que es una aberración para Dios, cuando siento yo que Dios no tiene nada que ver en esto”, comparte.
Ambos quieren tener hijos
Aunque es un tema en el que aún no terminan de ponerse de acuerdo, Nicole e Ismael coinciden en que planearán tener hijos para conformar una familia.
Ella cree que la adopción será una opción a la que podrán recurrir como cualquier matrimonio, mientras que él piensa que podrían buscar la forma de tener un hijo biológico.
En cualquier caso, insisten en que buscarán la opción que sea más conveniente para su matrimonio y no la que se adapte a una sociedad que no está del todo preparada para dejar de lado la discriminación.
El proceso legal
Para que la boda de Nicole e Ismael pudiera desarrollarse como un matrimonio heterosexual, sin tramitar un amparo, ella inició un proceso de cambio de sexo y nombre ante el Registro Civil del municipio de Veracruz.
Dicho trámite fue gratuito y lo realizó en la ciudad de Veracruz, de donde es originaria, solo tuvo que viajar a la capital del estado para ratificar algunos datos y recoger su nueva acta de nacimiento.
El proceso duró alrededor de un mes, aunque comparte que el tiempo fue mayor debido a que inició el trámite en las fiestas decembrinas, cuando el trabajo en las oficinas de gobierno suelen ser más lentos.
Después de que su boda se viralizó y publicó en medios de comunicación, ha recibido llamadas de otras parejas que le piden orientación sobre los trámites para celebrar una boda sin tramitar un amparo.
“Esto me llena de placer porque ahí hay una brecha más para la comunidad, porque al final de cuenta somos seres humanos y que padre que ya podemos tener los mismos derechos de todos”.
Qué sigue para la pareja
Después de la fiesta por la boda, que organizó por dos meses, Nicole regresó a sus actividades habituales, como estilista en su propio negocio que tiene en la ciudad de Veracruz.
Ser autosuficiente económicamente, también le enseñó a no detener sus sueños por las críticas de las personas y terminar el camino que empezó cuando inició su transición para ser reconocida como una mujer.
Desde que empiezas con todo esto, con esta transición sabes a lo que te avientas a la sociedad principalmente, sabes que vas a obtener señalamientos, críticas, a veces insultos y hasta maltrato; he recibido insultos, pero como la gente no me da de comer, no tengo que estar a expensas de la gente.
Por su parte, Ismael regresó a su puesto como vendedor en una famosa tienda departamental, su próxima meta, ya como un hombre casado, será regresar a la repostería, la cual dice disfrutar y que no ejerce desde antes de titularse como Chef Repostero.
Enseña el respeto a la diversidad a través del baile
Córdoba, Ver.- Sin miedo a los prejuicios, Octavio Mendoza Zamudio desde pequeño supo lidiar con los problemas que enfrentan los adolescentes y adultos, en un mundo donde la discriminación por las preferencias sexuales aún existen, hoy a sus 40 años de edad sus sueños se han cumplido, y el baile moderno y el folklore han estado acompañándolo desde infancia.
Desde niño el gusto por el baile fue tomando gusto como un hobbie, pero fue a los 15 años de edad cuando tomó esta profesión acudiendo a competencias, foros, presentaciones y pisado escenarios dentro y fuera del estado de Veracruz, apoyado de su mamá a un 100 por ciento, Octavio tuvo con liderar con la mentalidad de su padre y hermanos quienes no le veían futuro en el baile, sin embargo, en una presentación de muchas que ha tenido pudo unir a su familia y con sus pasos y movimientos expresarles “esto es mi sueño y es lo que quiero”.