El escritor y periodista Carlos Monsiváis (1938-2010) aseguraba que Lucero Isaac (1936) era la mujer más inteligente que había conocido. La bailarina, escenógrafa, directora de arte cinematográfico y artista le contestaba: Me has condenado al silencio para no contradecirte
. Estas palabras fueron recordadas por la historiadora del arte Elisa Lozano en la presentación de su libro Lucero Isaac: Mujer de todos los espacios (Vestalia Ediciones, 2022), con la que la editorial inicia la nueva colección Fotograma.
En el acto, efectuado en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis, recinto que resguarda el acervo del caricaturista y cineasta Alberto Isaac, esposo de la también fotógrafa, Lozano leyó un breve texto del cronista: “Lucero Isaac, mujer brillante, sagaz, felizmente malévola, dotada para el baile, las cajas artísticas y la creación de atmósferas cálidas, enormemente divertidas.
En su casa de General Zuazua, en Tacubaya, arreglada con gusto formidable, Lucero era incesante: ponía la pieza con su nombre que le compuso Cal Tjader, la bailaba con inmenso estilo, relataba con gozo vitriólico una cena burguesa reciente, explicaba por qué el destino obligaba a determinadas personas a elegir la ropa más inadecuada (mi caso), según repetía con descripciones exactas.
El interés de Lozano por explorar la trayectoria de Lucero Isaac derivó de un proyecto anterior sobre escenografía y dirección de arte en el cine mexicano, sus personajes, procesos creativos y formas de producción desde los años 30 del siglo pasado hasta principios del XXI. En el transcurso de la investigación surgió con fuerza la presencia de Lucero como figura señera de una disciplina que, en los años 70, los créditos aparecían indistintamente en las películas nacionales como decoradora, ambientadora y directora de arte
.
La base del libro son las conversaciones que sostuvo Lozano con Isaac en su casa de Cuernavaca a partir de 2013, ya retirada de la vida profesional. La portada reproduce la mirada intensa de la protagonista captada por el pintor Adolfo Best Maugard (1891-1964). El diseño es de Alejandro Magallanes.
Para la videoartista Ximena Cuevas, autora de uno de los textos, Lucero Isaac es una especie de pincel, una nota musical. Es una persona que no es concreta: es arte, arte lírico. Todo lo que toca, mira, todo donde está, lo convierte en arte. O sea, es mejor que el rey Midas porque el arte es mejor que el oro
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Además, dijo, es un personaje en extinción en este mundo duro y totalitario en el que estamos porque pertenece a una generación traviesa. Ahora, ya no está tan permitido ser irreverente. Es referente de una generación que rompió, jugó y supo ser cómplice
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En 1964, Lucero Isaac inició su carrera de directora de arte en la película En este pueblo no hay ladrones, cuya historia es de Gabriel García Márquez, con la dirección de Alberto Isaac. En 1985 dirigió un documental sobre Leonora Carrington.
Cuevas trabajó con Lucero en Missing (1981), de Costa-Gavras, y en Encuentro inesperado (1993), de Jaime Humberto Hermosillo.