En 58 imágenes en blanco y negro, la artista busca visibilizar la labor de un equipo casi desconocido que atiende en la CDMX // Se exhibe en el Museo Archivo de la Fotografía
Esta labor es un saber femenino; las matronas han acompañado los procesos fisiológicos de las mujeres y aprendieron a ver el parto como un proceso natural, no como una enfermedad que se atiende en el hospital, expresa la fotógrafa en entrevista con La Jornada.
Con la muestra Parteras urbanas: Entre patrimonio y colonialidad, la fotógrafa Greta Rico busca informar a las mujeres de la Ciudad de México que existen otras alternativas para parir, pero, sobre todo, que hacerlo en condiciones dignas es su derecho.
La exposición, que se aloja en el Museo Archivo de la Fotografía, reúne el trabajo que la fotógrafa documental realizó durante la pandemia de covid 19 en hogares de mujeres que, ante la incertidumbre de la situación sanitaria en los hospitales y por temor a la violencia obstétrica o a estar solas, decidieron parir en casa.
A lo largo de 58 fotografías en blanco y negro, Rico profundiza en el tema de las parteras y visibiliza la labor casi desconocida de un equipo que atiende en la Ciudad de México, una de las urbes más grandes de Latinoamérica, con más de 20 millones de habitantes y donde existe una sola casa de partería y 12 mujeres capacitadas para atender nacimientos en casa.
“Las parteras son mujeres que rescatan un conocimiento ancestral, aunque hay gente que piensa que las parteras urbanas robaron el conocimiento a las mujeres indígenas, pero aquí y en China siempre se ha ejercido la partería.
Ancestralmente, esta labor es un conocimiento femenino; las parteras han acompañado los procesos fisiológicos de las mujeres y aprendieron a ver el parto como un proceso natural, no como una enfermedad que se atiende en el hospital
, expresa a La Jornada, la fotógrafa que hace cinco años comenzó el proyecto.
Libertad sobre el cuerpo
De acuerdo con testimonios a los que ha tenido acceso, Rico explica que las matronas permiten tener un parto humanizado, sin violencia obstétrica y con acompañamiento terapéutico. Mientras en los hospitales se recurre cada vez más a las cesáreas, el servicio de las parteras permite a las mujeres tener mayor libertad sobre su cuerpo.
Entre las ventajas que tiene la asistencia de una comadrona se encuentra el parto en el hogar, la movilidad y el acompañamiento familiar.
“El proceso se ha ido transformando y se ha convertido en un proyecto educativo, porque a partir de mis fotografías las mujeres han compartido que hay cosas que no habían visto o no sabían; incluso, se preguntan si lo que les hicieron fue violencia obstétrica.
El sistema y el modelo médico se ha encargado de que las mujeres no tengamos idea de nada de lo que pasa a nuestros cuerpos
, sostiene.
Apuesta política y feminista
Dividida en los ejes temáticos La partería como ejercicio político/acto subversivo; Patrimonio y colonialidad, y Políticas del cuerpo: Re-apropiar/Re-cuperar/Re-significar, la exhibición da cuenta del ejercicio de la partería en un entorno urbano, práctica que, según la curadora Stefanie Bórquez, es condenada con argumentos que generalmente conllevan una carga de misoginia, colonialismo, racismo y clasismo.
La fotógrafa expresa que la exposición deja claro que este modelo médico hegemónico, que es patriarcal, insiste en colonizar tanto los cuerpos de mujeres con intervenciones innecesarias y también la práctica de las parteras erradicando la reapropiación del cuerpo
.
Rico considera que su trabajo es educativo por la información que brindan las parteras en el proceso del nacimiento. “Tengo una apuesta política como fotógrafa feminista para rehistorizar a las mujeres, rehistorizar sus cuerpos y sus procesos”, añade la artista.
La muestra de Greta Rico presenta a las mujeres en su espacio íntimo, acompañadas por sus parejas o amigas, en plena libertad de movimiento, reapropiándose de su cuerpo y de un momento en la vida de las mujeres que en los hospitales se atiende como enfermedad o padecimiento.
Parteras urbanas: Entre patrimonio y colonialidad se exhibirá hasta agosto en el Museo Archivo de la Fotografía (República de Guatemala 34, Centro Histórico de la Ciudad de México).