Narra que su rutina consta de pasar a desayunar a la comunidad de Acatla, ubicada a 40 minutos de Tepaxapa, y luego de 20 minutos continúa su recorrido llegando a las 7:45 de la mañana, pues la hora de entrada es a las 8:00 de la mañana. Él es docente de tercer año grupo A.

Su familia, sus padres, le han brindado todo el apoyo necesario y cuando llegó la plaza laboral, tuvo que dejar la estabilidad de su domicilio, «mis papás sienten preocupación de alguna u otra forma sí, a pesar de que yo soy una persona independiente, pues ellos jamás dejarán de preocuparse por mí, pero también sienten alegría de saber que su hijo está feliz con su trabajo a pesar de la distancia».

Recuerda que cuando le dijeron que se pasaría a Tepaxapa pensó que era un «lugar más cercano», pues anteriormente estaba a 12 horas de su familia, ahora está a 2 horas.

Cuestionado sobre los gastos de gasolina, el entrevistado manifiesta que llega a invertir mil y mil 200 pesos semanales, pues aunque hay días en los que comparte carro con otros profesores que bajan desde Orizaba, hay otras donde por cupo y necesidad debe de haber uso de su carro.

El profesor comenta que al concluir las clases escolares, se quedan en la institución para la organización de proyectos y eventos, por ello su jornada laboral finaliza a las 2:00 de la tarde a pesar de que los alumnos se van a las 11:00 de la mañana.