La obra del cronista y escritor Armando Ramírez es una puerta de entrada al placer y a la afición por los libros, pues los jóvenes se identifican con los personajes y las situaciones, expresó Susana Meza, directora artística del colectivo Tepito Arte Acá, que presentará este domingo la obra ¿Ton’s qué, Chin Chin? en la Galería José María Velasco.

En el homenaje escénico que rinde la compañía teatral, encabezada por Virgilio Carrillo, al mítico autor, con quien realizaron diversas mancuernas creativas y literarias, “se plantea una reflexión sobre su obra, acompañada con cuadros de las novelas Noche de califas, Quinceañera, Déjame y de su personaje Chin Chin.

En Noche de califas, explicó Meza, “se presenta el encuentro mortal entre dos amigos separados por el amor a una mujer, cuya escena es dirigida por Carrillo; en Déjame, testimoniamos las fallidas historias amorosas del escritor y cómo éstas se volvieron el leitmotiv de su obra”.

En “Quinceañera acudimos a la historia de amor entre Alejo y Cecilia, hija de la fayuquera Magda –escena dirigida por Ollikan Hurtado–, y Chin Chin, por su parte, es un personaje de la primera novela que publicó Armando”, explicó Meza.

Sin duda, Armando fue un gran aliado, compañero de trabajo y de creación. Nos gusta recordarlo de la manera en que nosotros podemos hacerlo, que es con las artes escénicas. Es la mejor manera de invitar a que su obra sea leída y conocida. Otra gran capacidad del escritor es que tiene una engañosa sencillez.

Literatura y comunidad

Este espectáculo, expresó el director fundador, Virgilio Carrillo, es para recordar el trabajo de Ramírez y de nosotros cuando hace años nos juntamos para hacer teatro y producción, con la finalidad de llevar la literatura al teatro, a la comunidad. Retomando esta historia y la cultura popular, llevamos a escena tres pequeñas interpretaciones de las novelas de Ramírez.

Además la función, con 20 actores en escena, es también una forma de recordar y de que no se nos olvide Armando ni la cultura ni el teatro popular.

Puntualizó: Hemos desarrollado un lenguaje donde la gente ni los jóvenes no se aburren, pues venimos de esa memoria e identidad, de lo que es el teatro y para lo que sirven la palabra, la moraleja y el albur. Queremos que el público aprenda, se divierta, juegue, juzgue, discuta y tenga diversas emociones.

Además, Armando Ramírez era un gran caminador de la ciudad; era de los pocos que conocía cada rincón, de cabo a rabo. Sabía diversas historias, como dónde recibía los impuestos la Malinche, cómo estuvo en la cárcel fray Servando, o bien, sabía dónde estaba la frontera entre Tenochtitlan y Tlatelolco. Asimismo, tenía la capacidad de encontrar los lugares de la gastronomía, así como sus fantasmas, recuerdos y memoria de la urbe.

Este contador de historias, fallecido el 10 de julio de 2019, fue un escritor auténtico que se atrevió y hace que la gente que nunca ha leído se acerque a su literatura. Es un gran valedor de la ciudad y la cultura.

Carrillo, quien ha dicho que Tepito Arte Acá sobrevivió al impacto de la pandemia y al desinterés de las autoridades por la cultura, no sólo de la Cuarta Transformación, sino de administraciones pasadas, adelantó que están realizando talleres para niños y jóvenes en vecindades de Tepito, patrocinadas por la Autoridad del Centro Histórico.

“Estamos llegando a los lugares más recónditos, complicados o violentos, pero a los niños les gusta participar, lo cual nos motiva a seguir haciendo teatro, pintura y grabado. Estamos planeando un espectáculo con una peregrinación y una ofrenda en torno a la muerte en noviembre próximo, en la que los participantes harán sus máscaras, trajes, alebrijes y cantarán Vasija de barro”, dijo Carrillo.

Entre tanto, ¿Ton’s qué, Chin Chin? se presenta hoy a las 12 horas en la sala José María Velasco, ubicada en Peralvillo 55, en Tepito.