Pablo Jato escribió el guion y dirigió la cinta
Según los pobladores, fueron depositados en una iglesia del siglo XVI después de deambular por varios sitios
En Ixcateopan, Guerrero, de calles empedradas con mármol blanco, donde no existen bancos, casi no hay señal de Internet y el narcotráfico golpea, los pobladores veneran y resguardan los restos de Cuauhtémoc
, el último emperador mexica.
En el documental El último tlatoani, con guion y dirección de Pablo Jato, que se estrenó el miércoles en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario, de la Universidad Nacional Autónoma de México, se recrea la historia del hijo del rey Ahuízotl, de quien se dice, fue enterrado –tras un largo deambular por el país– en ese poblado, donde nació, según afirman los habitantes.
En una iglesia del siglo XVI, despojada de todo símbolo religioso, reposan los únicos restos conocidos de un tlatoani, del último
, se menciona en el documental. De hecho, cada febrero, desde hace más de 40 años, llegan a Ixcateopan de Cuauhtémoc miles de danzantes provenientes de diferentes lugares del país y del extranjero para rendir homenaje al último emperador de Tenochtitlan con emotivas ceremonias.
Los supuestos restos óseos de Cuauhtémoc han sido objeto de polémica y se ha descartado su autenticidad tras diversos estudios y el dictamen de tres comisiones, luego de que fueron descubiertos por un equipo encabezado por la arqueóloga Eulalia Guzmán, el 26 de septiembre de 1949, en la iglesia de Santa María de la Asunción. La científica hasta su muerte sostuvo que los huesos eran del último rey mexica.
En entrevista, Jato señaló que la historia surgió de manera inesperada, pues llegó a Ixcateopan a documentar un proyecto piloto de un equipo de siquiátras y sicólogos para tratar la salud mental de los pueblos que habían sufrido violencia. Ixcateopan fue elegido por sus altos índices de violencia
.
En ese recorrido, el cineasta observó los restos óseos en la iglesia y preguntó a los pobladores acerca de ellos. Éstos le contaron que ahí yacía Cuauhtémoc. Rasqué y hallé elementos para contar una historia; traté de hacer un película tranquila, rélax, histórica, pero el tema resultó más profundo de lo que parecía
, contó.
Reunión de datos
Incluso, agregó, cuando llegué a los archivos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), me dijeron que era el primero que llegaba a consultar ese material
. Además de revisar los documentos que había en más de 50 cajas, entrevistó a varios de los pobladores y académicos, y recurrió a material hemerográfico y bibliográfico. Sin embargo, no consiguió entrevistar al arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, pues no habla sobre este tema
.
Precisó: En realidad, son tres historias distintas que giran en un mismo eje; por un lado, está la de cómo llegaron al poblado los restos de Cuauhtémoc, porque estuvieron escondidos, los llevaban de un lado a otro del país, los enterraban y desenterraban, y al final, yacen en Ixcateopan, donde supuestamente es su lugar de nacimiento
.
Secreto guardado durante 500 años
Las dos otras historias tienen que ver, añadió Jato, en torno al secreto guardado durante 500 años sobre el lugar donde estaba la osamenta, así como lo relacionado con la maestra Eulalia Guzmán, a quien desde que descubrió el entierro prácticamente le fue destruida su carrera y la dejaron en el olvido
.
Acerca del guion, comentó: Se modificaba a cada rato, era casi imposible terminarlo, pues cada vez que abríamos una caja, veíamos un documento o leíamos una carta descubríamos un dato nuevo, el cual cambiaba todo. De hecho, existen muchas incógnitas sobre el tema, además de que nos encontramos con muchas piedras en el camino
.
En el estreno de El último tlatoani, Pablo Jato encabezó una entrega simbólica de la película a representantes de los pueblos indígenas para que la puedan proyectar con fines educativos. Ellos han tomado el documental como estandarte y están contentos de que por fin exista una película que cuente lo relacionado a este tema, que tienen metido en el alma
.
Esta película, realizada de manera independiente, espera que le abran las puertas en otros recintos y espacios para su exhibición, concluyó el cienasta.
El último tlatoani ha recibido galardones en varios festivales, como el Internacional de Cine Indígena Quetzalcóatl, en el que fue galardonado como mejor largometraje; el Port Blair International, en el que fue reconocido como mejor documental, así como en los premios Liberty, en los que ganó como mejor documental en español.