Coproducida por México, Francia, Noruega y Luxemburgo, la road movie sobre cinco jóvenes de la calle de Medellín en busca de la tierra prometida, parece haber capturado el corazón de los europeos, ya que el jurado estuvo formado por los franceses: el realizador francés Éric Lartigau (presidente), el veterano comediante Rufus, la actriz Éléonore Berheim y la productora Charlotte Uzu, así como un solo latinoamericano, el cineasta venezolano Lorenzo Vigas. El premio viene dotado de siete mil euros para su distribución.
El premio del jurado fue, sorpresivamente, para Punto rojo, la divertida comedia negra del argentino Nic Loreti, lo que demostró el sentido del humor de los jueces. Esta distinción otorga tres mil euros para su distribución.
El galardón flechazo (así podríamos traducir la frase coup de coeur) fue para la actriz costarricense Daniela Marín Navarro, por su papel protagónico en la película Tengo sueños eléctricos, de Valentina Maurel (que en San Sebastián se llevó el premio de la sección Horizontes Latinos).
Mientras, el galardón de los biarrots, o sea, los habitantes de Biarritz, fue para la nicaragüense La hija de todas las rabias, de Laura Baumeister, otra coproducción con México, además de Países Bajos, Alemania, Francia, Noruega y España. La película también se llevó el premio del jurado del sindicato francés de la crítica de cine. (Lo más increíble de eso fue saber que la crítica gala ¡tiene un sindicato!, con más de 260 miembros).
En cuanto a los documentales, el ganador fue Retratos del futuro, de la realizadora argentina Virna Molina. No vi este documental, pero trata sobre la lucha de los trabajadores clandestinos de Buenos Aires, cuyo rodaje fue interrumpido por la pandemia, lo que dio pie a una reflexión existencial. El premio incluye 2 mil 500 euros para la cineasta, otorgados por France Média Monde.
El galardón estudiantil, entregado por cinco estudiantes del Institut des Hautes Études de l’Amerique Latine, y el premio del público fueron para el documental colombiano Alis, de Clare Weiskopf y Nicolas Van Hemelryck.
Finalmente, la distinción al mejor cortometraje fue para Fantasma neón, del brasileño Leonardo Martinelli. Y como premio de consolación para el cine mexicano, se dio una mención especial para el corto La baláhna, de Xóchitl Enríquez Mendoza.
Los galardones se entregaron en la gala de clausura, donde se proyectó la popular película Argentina 1985, de Santiago Mitre, sobre los fiscales que en el año titular se atrevieron a perseguir a la sangrienta dictadura militar que gobernó ese país a fines de los años 70.
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