Guanajuato, Gto.,
En punto de las 9 de la mañana, un camión militar de redilas se detiene frente al jardín Unión, centro neurálgico de esta ciudad. Descienden varios soldados que en cuestión de minutos montan 20 caballetes para una exposición de fotografías sobre las actividades de apoyo a la población que realiza el Ejército Mexicano.
Luego, los jóvenes hacen guardia a un lado de los cuadros que colocaron junto al Teatro Juárez, justo frente a la escultura La giganta, de José Luis Cuevas. Los transeúntes miran las imágenes, leen la información que las acompaña: Porque nuestra vocación exige no menos sacrificio en favor de los mexicanos
, o Cada día más efectivos del Ejército Mexicano participan en las Operaciones de Paz
.
Un militar, ataviado con todo su equipo de campo (casco, chaleco antibalas y un arma larga), se acerca a quienes miran con curiosidad las fotos. Nos pueden preguntar lo que gusten
, dice con amable sonrisa; entonces, poco a poco, las personas que con recelo y timidez se acercaban a ellos se sueltan pregunte y pregunte.
¿Cómo se entra al Ejército? ¿Cómo es su entrenamiento? ¿Les da miedo su trabajo?
Los jóvenes soldados responden todo sin tapujos, como el que se acerca a La Jornada para contar que Guanajuato es ahorita una de las plazas más calientes
del país: Pero, ¿sabes?, los enfrentamientos son entre ellos (los delincuentes), los cárteles generalmente no atacan a la población civil, no te asustes
.
–¿Te ha tocado entrarle a los chingadazos? –pregunta la reportera ya en confianza con el militar.
–Sí, con balazos y todo, precisamente por aquí cerca, en Irapuato, hace como seis meses. ¿Lo de la quema de los Oxxos? Eso no me tocó, bueno, cuando llegamos ya se habían ido los narcos, ya sólo estaban los incendios.
–¿Te gusta tu trabajo?
–Sí. Tengo seis años ya en el Ejército. Ahora que estamos conviviendo más con la gente las abuelitas nos echan la bendición, los niños se toman fotos con nosotros. Nadie nos ve mal, al contrario.
El joven guarda silencio unos momentos, luego comparte que su cuñada, que también pertenecía a la milicia, murió hace un año: La ejecutaron en su casa
, y que su hermano falleció a los pocos meses en un accidente: Andaba muy mal por la muerte de su esposa
.
–Esas cosas pasan, pero así es este trabajo, y sí me gusta –cierra la charla el soldado, mientras una señora que escuchó la plática le dice: Cuídense mucho, jóvenes
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El Festival Internacional Cervantino (FIC) será vigilado durante los 19 días de actividades por mil 359 elementos de los tres niveles de gobierno, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato.
La vigilancia es discreta, las 140 patrullas del estado asignadas al llamado Plan Sistémico Operativo apenas se perciben entre la multitud de visitantes que comienzan a llegar a la ciudad y el tráfico agobiante de siempre.
También hay patrullajes del Ejército (se vio un tanque en la inauguración de la hoy nombrada Plaza Chilanga, en la Plaza del Bararillo, el miércoles), y están presentes las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, la Guardia Nacional, Protección Civil, la policía y tránsito municipal, así como personal de la Fiscalía General del Estado, la Fiscalía General de la República, el Sistema de Urgencias del Estado y Bomberos, y otras corporaciones.
Un Cervantino blindado, dicen algunos habitantes, pero nada del otro mundo que no se haya visto en otras ediciones
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(Con información de Carlos García, corresponsal)