A recorrer 2,500 kilómetros en bicicleta a la Basílica de Guadalupe

Fe los mueve a recorrer 2,500 kilómetros en bicicleta a la Basílica; sus historias

Pese al cansancio, ciclistas viajan con pesadas imágenes de la virgen de Guadalupe

Cosamaloapan, Ver.–

La devoción y la fe que tienen en la guadalupana motivó a un grupo integrado por más de 20 peregrinos salir en bicicletas de su tierra natal en Yucatán para visitar la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México.

Aunque es una travesía de más de 2 mil 500 kilómetros (ida y vuelta), ninguno se ha dado por vencido y a pesar del cansancio y del agotamiento mantienen el paso, aunque lento, a un costado de carreteras y autopistas. Actualmente van de regreso y recorren la autopista a Coatzacoalcos, para seguir a Tabasco, luego a Campeche y por último Yucatán.

Lo más impresionante consiste en que cada uno de ellos lleva a cuestas, en la espalda, imágenes de la virgen morena que pueden pesar entre 30 y 40 kilogramos, que llevaron a bendecir, además de la herramienta que les hace falta para reparar averías que puedan sufrir sus bicicletas.

Jordan y Sergio, dos de los peregrinos, hicieron una escala bajo un puente en el tramo de la autopista Cosamaloapan-Acayucan, ya de regreso a Yucatán, en donde aprovecharon para tomar un poco de sombra e hidratarse con agua simple.

¿De qué municipio de Yucatán provienen los peregrinos?

Ahí, con poco aliento, recordaron que salieron el 6 de noviembre de los poblados Sihó y Cepeda, del municipio de Halachó, Yucatán, entre las miradas y los buenos deseos de sus familiares.

Con sus rostros empapados en sudor, la piel quemada y las piernas temblorosas de pedalear durante tantas horas, señalaron que llegaron 14 días después a la Basílica de Guadalupe, en la capital del país y que deberán estar en sus poblados a más tardar el 11 de diciembre; las imágenes, ya bendecidas, serán entregadas en parroquias y capillas de sus comunidades.

El viaje lo hacen cada año por estás fechas cercanas al 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, con el único afán de agradecer el hecho que no les falte salud y alimento en sus pueblos.

Aunque reconocen que el viaje está repleto de peligros, ninguno de ellos se ha desanimado, pues dicen que tienen la protección de la virgen morena. Al salir de sus hogares lo hicieron con unos cuantos pesos en la bolsa, apenas lo indispensable para comer y tomar agua.

¿Qué riesgos corren los peregrinos en las carreteras?

En ocasiones han tenido que pasar la noche en lugares despoblados, en donde se exponen a una serie de riesgos, principalmente los robos o asaltos. A veces tienen la suerte de estar cerca de alguna comunidad o cabecera municipal; el pasado 28 de noviembre durmieron y descansaron en Cuitláhuac.

Tan solo en el tramo de la autopista, de Cosamaloapan a la salida a Minatitlán, fue posible ver a unos 8 ciclistas, algunos juntos y otros dispersos, motivados por la fe para llegar a sus comunidades. El peligro en carretera también es latente a causa de automóviles y camiones de carga que transitan a alta velocidad.

Los contratiempos no han faltado ya que han tenido que hacer paradas necesarias debido a pinchaduras o de plano porque las llantas de sus bicicletas quedan inservibles por el desgaste, al igual que las gomas del sistema de frenado.

Los peregrinos que van de regreso a Yucatán son gente de escasos recursos y trabajadora.

Jordan José, otro de los ciclistas, sostuvo que la mayoría de ellos vive de la agricultura y que el trabajo lo hacen con mucha dedicación, pues de ahí depende la alimentación de sus comunidades y de otras poblaciones.

Durante el viaje, los yucatecos visten ropas ligeras y algunos de plano van en chanclas o con tenis rotos; el calzado que portan es estorboso y ninguno tiene recursos suficientes para adquirir zapatillas o tenis especiales para ciclismo.

Las bicicletas también son sencillas, de velocidades y pesadas. Cuando alguna de ellas no tiene reparación, de plano es necesario que los peregrinos piden ayuda a transportistas para llegar al poblado más cercano para que las arreglen.

Para el 11 de este mes, los peregrinos deberán reunirse nuevamente con sus familiares en su natal Yucatán, en donde esperan ser recibidos con mucho cariño para posteriormente realizar la entrega de las imágenes que fueron bendecidas en la Basílica de Guadalupe.

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